Por costumbre, por
tradición estamos habituado a unir el concepto de salud mental con de
enfermedad mental, le dije a una amiga, te envié por correo, un tema que estoy
dictando por radio sobre la salud mental, no me dijo nada, pero con la mirada,
me dio a entender algo, “¿piensas que estoy loca?”.
En realidad,
quienes tienen salud mental, no significa que estén locos, ni trastornados
emocionalmente, aunque pueden tener algunas conductas neuróticas. Es menester aclarar o precisar el concepto de
salud mental, porque es mucho más que ausencia de enfermedad.
Muchos aun no han
logrado ponerse de acuerdo para definir con exactitud, que es la salud mental,
sin embargo, uno va entendiendo, que cuando una persona, tiene paz espiritual,
tiene un espíritu apacible, tranquilo; evidencia un equilibrio emocional, tiene
mayor control de si, de las circunstancias.
Cuando una persona
al menos maneja mejor sus emociones, es mas feliz, y tiene mejor trato con
otros, es mas fructífera en su labor, sabe responder con mayor eficacia a las
demandas y exigencias de la vida; se ha reconciliado con su pasado, tiene
visión de futuro, comenzamos a acercarnos.
La Organización
Mundial de la Salud (OMS) define la Salud Mental como “un estado de completo
bienestar, a nivel físico, mental y social, y no solamente ausencia de
enfermedad”. Una persona puede estar
enferma y tener salud mental. Es mas, la
salud es requisito fundamental para superar la enfermedad, “el corazón alegre
constituye buen remedio”.
Luego, podemos
decir, que cuando planificamos, armonizamos, realizamos mejor nuestros deseos,
ideales, sentimientos, emociones; cuando podemos enfrentar las demandas de la
vida, todo esto indica, nuestro grado de salid mental.
Nuestra vida
cotidiana, nuestra actitud y comportamiento en el hogar, en el trabajo, en la
comunidad, todo denota, es una especie de termómetro que señala nuestro grado
de salud mental.
Hace algunos años,
se popularizó el concepto, “mente sana, cuerpo sano”, porque hay una relación
directa entre la mente y el cuerpo, entre la dimensión emocional y la parte
física de las personas.
Tanto la salud
física como mental pueden ser afectadas temporalmente, un disturbio sicológico
o a nivel emocional se puede traducir en un trastorno físico. Lo importante es conocer la relación y como
se interrelacionan estas dimensiones.
A mi me llama la
atención, lo que dice la OMS sobre la salud mental, “es un estado completo de
bienestar”; porque el manual de la vida dice lo mismo en el Salmo 25, dice que
el hombre que observa los principios de Dios, que vive bajo la guía de Dios,
umbilicado a el, que deja que su Creador le enseñe a escoger, como
consecuencia, “gozara de bienestar”.
De bienestar
integral, que ha sido y será la voluntad de Dios para sus hijos, que se resume
muy bien en 3 Juan 2 : “Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas
y que tengas salud, asi como prospera tu alma”.
La visión y el
propósito de Dios para sus hijos, es justamente esa, es una visión de bienestar
integral, de prosperidad total, de bendición plena, teniendo como punto de
partida, justamente, la salud en las tres dimensiones, físico, emocional, y
espiritual.
Teniendo como punto
de partida la salud mental, porque la mente influye en el cuerpo; por eso dice:
“y que tengas salud, así como prospera tu alma”. De allí la importancia de tener además,
buenos hábitos para una vida saludable.
Porque hay por lo
menos unos doce hábitos de vida saludable que debemos cultivar para tener salud
integral; por ejemplo, una persona que no se alimenta adecuadamente, no puede
gozar de salud física y emocional.
Sabemos que hay
alimentos que son irritantes, que afectan el cuerpo, y además son estimulantes
para la parte emocional; disparan el sistema nervioso, lo que ingiere usted; y
ni solo alimentos, porque no todo lo que ingiere es alimenticio ni saludable.
Como es el caso del
alcohol, drogas, o de sustancias químicas, que son dañinas para el organismo.
Luego, comenzamos a
imaginarnos como es una persona que goza de salud mental, esta en mayor
capacidad de ejercer sus roles como esposo, padre, como trabajador, como líder,
como amigo, como ciudadano, en los diferentes medios en los cuales se mueve y
desempeña.
Hay algo importante
que esta en las Escrituras, y lo dice Pablo, que es una crisis que puede llegar
a enfrentar una persona, particularmente una persona que no goza de salud
mental, en Romanos 7:19
“Porque no hago el
bien que quiero, sino el mal que no quiero eso hago, y si hago lo que no
quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mi”. Dice Pablo, no hago lo que quiero, sino lo
que no quiero, es como una contradicción; quiero hacer algo, pero no lo puedo
hacer.
Hay algo que me
impide, me frena, me bloquea; no hay salud mental; hay algo que se esta
interponiendo, y es necesario encontrar la causa, la raíz, donde esta el
impedimento, donde esta el obstáculo, que es aquello que no me deja expresarme
libremente.
Quiero sonreír,
pero algo no me deja; quiero expresarle amor a mis seres queridos pero algo me
lo impide, es como una especie de parálisis emocional; quiero moverme con
libertad, hacer uso de mis capacidades propias, dones, habilidades y talentos,
pero me siento pegado.
Se que fui diseñado
para amar y ser amado, pero algo no me deja; sigo bajo el influjo del pasado;
sigo destilando en mi corazón, tristeza, amargura, rencor, cuando eso ya lo
debiera haber superado, y ser un asunto del pasado que no me hiciera daño.
Siguen los
recuerdos sobrecogiéndome, sigue presentándose el dolor, quiero superarlo,
seguir adelante, separarme de ese asunto de mi vida anterior; quiero dejar esa
antigua manera de vivir, olvidarme de mi viejo hombre, quiero pero no puedo.
Y no hay que genera
mas crisis que querer y no poder; “no hago lo que quiero”; quisiera salirme de
ese circulo vicioso en el cual he vivido siempre y participar, entrar a un
circulo virtuoso, de salud, pero no puedo, algo me lo impide.
Quiero dejar esa
sensación de orfandad, dejar tanto escapismo, tanta fuga emocional, tantos
complejos, pero algo no me deja; y es aquí donde debemos entender que esto no
depende de la mente ni de la fuerza de voluntad, sino que usted necesita
tratamiento espiritual.
Por eso el Señor
dice: “dame hijo mío tu corazón”. “el
que bebiere del agua común, volverá a tener sed, pero que bebe del agua viva,
no volverá a tener sed jamás”; basta un sorbo de esa agua viva para tener vida
y tenerla en abundancia.
Quiero comience a
pensar por lo menos en 7 aspectos claves, para que vaya haciendo su propio diagnostico;
7 pautas que nos da la escritura, el manual de la vida:
1. “No apliques a tu corazón todas las cosas que oigas”. Una persona que todo lo que escucha lo aplica
a su corazón, todo lo que dicen de el o ella, entra en crisis es porque no
tiene salud mental; tiene la susceptibilidad
a flor de piel; es como tener los cables pelados, entonces, cualquier
comentario que escuche, le genera un corto circuito.
2. “Ninguno tenga mas alto concepto de si que el que debe tener, sino
piense de si con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada
uno”; si usted un mas alto o un mas bajo concepto que el que debe tener, es
porque no tiene salud mental. Si vive
agrandado o empequeñecido ante los demás.
3. “Trate a los demás como usted quisiera ser tratado”. Brinde un trato justo y considerado a los
demás. Si usted atropella, ofende,
agrede con sus palabras, hiere, y tal vez ni siquiera es consciente de lo que
hace, del daño que causa; con sus palabras son ofensivas, son como golpes de
espada. Sin quererlo soy tosco, brusco,
repelente, molesto para con los demás, salpico a otros mi amargura, mi desdén.
4. “El hombre de doble animo es inconstante en todos sus caminos”, si
usted no tiene control de sus propias emociones, sino que le da rienda suelta a
la ira, la tristeza, el temor. Vivo por altibajos emocionales.
5. “Todas las cosas me son licitas, pero no todas me convienen; todas las
cosas me son licitas mas no me dejare dominar de ninguna”. Sino tiene claridad sobre sus acciones, si se
siente incapaz de tomar decisiones, se siente inseguro. Me cuesta tomar una decisión.
6. “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las
antiguas”; sino ha podido liberarse de su pasado, si necesita sanarse de sus
recuerdos; si todavía hay mucho dolor y heridas en su corazón. Todavía hay muchas heridas en el corazón, y
eso me ha vuelto una persona amargada, prevenida, prejuiciosa, y he
desarrollado conductas neuróticas.
7. “Nunca digas, porque causa todo tiempo pasado fue mejor, porque no
dirás esto con sabiduría”; si usted sigue viviendo de la nostalgia, la
melancolía y la añoranza, es porque necesita experimentar salud mental,
desarrollando temor e incertidumbre hacia el futuro.
Estos
son tan solo algunos de los indicadores, que señalan su realidad, y para que
vaya entendiendo, la imperiosa necesidad que hay en su vida de recibir
tratamiento, para solo entonces disfrutar de salud mental.
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