1 PARTE
La
salud mental y la teoterapia
Me parece
pertinente comenzar como introducción al tema, iniciar con una situación
difícil, dolorosa que vivió el Señor Jesús para que usted se haga una idea,
comience a apreciar, como actúa, como se comporta, como reacciona una persona
que goza de la llenura del Espíritu y en consecuencia, de salud mental.
Porque de una vez debemos
dejar sentada una premisa, el Espíritu es el que produce la vida, el que
produce la salud y el equilibrio. Luego,
una persona que esta llena del amor de Dios, puede cubrir multitud de faltas;
solo el amor cubre faltas.
Una persona que
esta llena de paz, esta por encima de la aflicción que el mundo da. Una `persona que esta llena de la gracia de
Dios puede sobreponerse al asedio del pecado, porque en un ambiente de pecado,
dice la escritura, que “donde abunda el pecado, sobreabundara la gracia”.
Luego, para que
vayamos entendiendo, como es que actua la teoterapia, cuando una persona esta
llena de Dios, esta llena de amor, “el amor que todo lo puede, todo lo cree,
todo lo soporta, que no deja de ser”, por lo tanto puede desarrollar tolerancia
al dolor, al sufrimiento, a la frustración, a la soledad, al abandono, porque
el amor cubre multitud de faltas, porque el amor no deja de ser.
Porque una persona
llena del gozo de Dios, esta fortalecida; su organismo produce endorfinas,
sustancias químicas que produce el cuerpo con efectos terapéuticos, sanadores;
por eso dice la escritura, “el corazón alegre constituye buen remedio, mas el
espíritu triste seca los huesos”.
Cuando una persona
experimenta esa paz que no se puede entender, porque es una paz en medio de las
dificultades, y la persona esta en una mejor capacidad de enfrentar y superar
la adversidad.
Luego, estar llenos
de Dios, es estar llenos del Espíritu, del fruto del Espíritu, “amor, gozo,
paz, paciencia,…” esta preparada para
enfrentar las dificultades, problemas y desafíos de la vida. Como dice Santiago, puede “enfrentar las
duras pruebas de la vida”.
Puede experimentar
“sumo gozo cuando se halle en diversas pruebas”, y eso es salud mental; porque
sabe que la prueba desarrolla fe y paciencia; y la paciencia tiene su obra,
para que la persona sea perfecta y cabal, sin que le falte cosa alguna”.
Solo una persona
llena del fruto del Espíritu, (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, mansedumbre, templanza) puede reaccionar en equilibrio, tener total auto
regulación, total autodominio o dominio propio, cuando este siendo asediada,
hostigada, acuciada por las personas o por las circunstancias de la vida.
Luego, dice en
Marcos 14:43-50 “…”
Este episodio nos
sirve de una excelente introducción, una escena triste, el arresto del
Señor. Cuando uno lee este pasaje, uno
se le viene a la mente, ¿Cómo un discípulo `puede hacer esto? ¿Cómo uno de los
doce? ¿Cómo uno de los que compartió con el su intimidad? ¿Cómo uno de sus
hombres de confianza? ¿Cómo uno de los que sentaban con el a la mesa? ¿Como uno
de sus más cercanos pudo haber hecho esto?
¿Cómo un hombre justo como el Señor pudo ser tratado así? Y lo mas interesante, ¿Y como el Señor reacciono
ante todo esto?
Es muy doloroso,
observar como fue entregado el Señor, como ese discípulo traidor se refirió a
el como “maestro, maestro”, y había dado señal, “al que yo besare, ese es,
prendedle con seguridad”. Y el Señor
acepto su beso. “Con un beso entregas a
tu maestro”.
Pero, lo que quiero
es mostrarle, como el Señor manejo esta situación, conservando la calma, la
compostura, sin perturbarse, sin perder el control, sin involucrarse
emocionalmente, sin dejarse llevar por cualquier tipo de emoción, llamese,
temor, ira, tristeza.
Y la razón, es muy
sencilla, en el permanecía la unción de Dios, estaba lleno del Espíritu; había
estado muy triste, pero el había manejado esa situación en Getsemaní, el venia
de orar, el estaba orando cuando vinieron por el.
El se había
fortalecido espiritualmente, por eso no adopto una actitud reactiva, que si la
tuvo Simón Pedro; ¿recuerdan? Uno de los que estaban con Jesús, extendió la
mano, desenvaino la espada, e hirió al siervo del sumo sacerdote, a quien le
corto la oreja. Afortunadamente, solo lo
hirió, porque sino la historia hubiera sido otra. Entonces, habrían tenido una razón valida
para condenar al Señor.
Fue cuando el Señor
le dijo: “vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a
espada perecerán. ¿Acaso piensas que no
puedo ahora orar a mi Padre, y que el no me daría mas de doce legiones de
ángeles? ¿pero como entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario
que así se haga?”.
Aquel hombre se
llamaba Malco; el Señor le dice a Simón, “Mete tu espada en la vaina”; a esa
tentación se refería el Señor, para no dejarse llevar ni arrastrar por la
situación. Ya el Señor le había dicho al
Padre, “no como yo quiero sino como tu”.
Luego, tenemos que
apreciar, como actúa, como reacciona, como se comporta una persona, en este
caso nuestro Señor, ante una situación muy difícil, con salud mental, con
equilibrio emocional, con dominio propio, que es lo que produce la llenura de
Dios en una persona. Que es el lo que
genera la vida en el Espíritu.
El Señor le había
dicho a los discípulos, “Velad y orad, para que no entréis en tentación”; y
precisamente, cuando llega la turba por el Señor, porque Judas no llego solo,
vino con mucha gente, se presento una turba, con espadas y palos; una compañía
de soldados, con linternas, antorchas, con armas, como si el Señor fuera un
delincuente, un rufián, un bandido.
El mismo pasaje, en
Juan 18:4-9, dice: “Pero Jesús sabiendo todas las cosas que le había de
sobrevenir, se adelanto y les dijo: “¿A quien buscáis? Le respondieron: A Jesús
Nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos, Judas, el que le
entregaba”.
Así actúa una persona con salud mental, Da la
cara, no se esconde, asume la situación. “Cuando les dijo: Yo soy,
retrocedieron y cayeron a tierra”,
Imagínese, el poder de la unción de Jesús., ¡Que autoridad tenían sus
palabras en ese momento!
“Os he dicho que yo
soy; pues si me buscáis a mi, dejad ir a estos”. Porque quien tiene salud mental, asume la
responsabilidad, no se proyecta, ni culpa a otros, ni involucra a otros. El sabia tenia que ser así.
Mas que un
conocedor del futuro, el era un conocedor de las Escrituras, y las
obedecía. El sabia que debía ser así,
porque todo lo que sucede en la vida de un hijo de Dios, de un agente de
cambio, es para que se cumplan las Escrituras.
Un hijo de Dios, un
siervo de Dios, mas que conocer el futuro, sabe lo que sucederá en el futuro
por las escrituras; muchas situaciones nos la va a entender hoy, las va a
entender después, a la luz de las escrituras.
Una `persona que
esta llena de Dios, del Espíritu de Dios, ante hechos crueles, duros,
dolorosos, conserva la calma, no pierde la paz, no se deja arrastrar por la
turba, no ser turba con la turba; conserva su visión espiritual, no se deja
arrebatar la paz ni el gozo; conserva su confianza en Dios, sabe que su vida
esta en manos del Señor.
Todo lo que sucede,
sabe que hace parte de un plan perfecto, soberano, superior; no actúa
reactivamente, no se defiende siquiera, no hace uso de la fuerza y menos de
las armas; la autoridad no se defiende,
sabe que es Dios quien la defiende.
Quien esta en autoridad no se defiende.
Deja constancia,
quien es el: Yo soy, y recuerden en el contexto hebreo, que significa “Yo
soy”. Cuando el dice: Yo soy, esta dando
a entender quien es el, el Hijo de Dios, Dios en El y con El. El no esta diciendo: Aquí estoy, sino Yo soy.
Porque Yo soy, es
dejar constancia, el Hijo de Dios esta aquí, el Ungido de Dios, y por eso,
cuando el dice, el Ungido de Dios esta aquí, caen a tierra. Muy distinto decir, “heme aquí”, o “aquí
estoy”, a decir: “Yo soy”, porque es la identidad de aquel, en quien se
manifiesta el Dios de los Cielos.
Un hombre que tiene
salud mental es un hombre pacifico, porque los pacíficos, los mansos heredan la
tierra; porque un hombre que esta en comunión con Dios, no puede ser hostil, agresivo.
Por eso, el dice:
“Porque vienen así, ¿Cuántas veces estuve en el Templo enseñando? Un hombre que
tiene salud mental, tiene su conciencia tranquila, no entra en la paranoia de
“¿Qué he hecho yo?”; no desarrolla culpas ficticias ni imaginarias, ni piensa,
“¿que pecado oculto tengo?”.
El sabe que esta en
paz con Dios, consigo mismo, y con los demás, “no tiene nada de que
avergonzarse”; el sabe que ante los ojos de Dios esta aprobado. Por eso, busca `primero la aprobación de
Dios, antes que la de los hombres. Y
sabe que como “obrero no tiene de que avergonzarse, porque usa bien la palabra
de verdad”.
Así los demás
juzguen, mientan, engañen, porque muchos lo hacen, muchos se inventan mentiras,
presentan las cosas o dan informes sesgados, según su parecer, su conveniencia,
o su mala intención.
Pero un hijo de
Dios, que sabe que esta aprobado ante Dios, no teme lo que pueda hacerle el
hombre. N o podemos reaccionar como
Simón, quien no gozaba de salud mental en ese momento.
Y no gozaba de
salud mental, porque no había estado orando, por lo tanto, no se había
fortalecido espiritualmente, el reacciono desde las emociones, tal vez, de
buena fe y en franca lid, pero equivocadamente.
Porque no estaba siendo consecuente ni coherente con la voluntad de Dios
y el plan de Dios.
Jesús acepto el
plan de Dios, sin asumir actitud ni de victima ni de victimario, y lo hizo con
decoro, con linaje, con talante, saco a relucir su estirpe, su casta, su
realeza. Dejo constancia, de quien en
era, y porque actuaba de esa manera.
Muchas veces,
tendremos que atravesar valles de lagrimas, pero nuestra confianza, es que papa
Dios lo convierte en fuente. No podemos
reaccionar como lo haría cualquier hombre y mucho menos un pecador; sino con la
estatura de un hijo de Rey.
Que podamos
aprender de Jesús cuando dice: “aprended de mi, que soy manso y humilde de
corazón, y hallareis descanso para vuestras almas”, que equivale a decir,
tendréis salud mental y la fortaleza espiritual para enfrentar con la actitud
correcta las diferentes situaciones de la vida.
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