PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN

PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN
"Y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalen, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes". (Daniel 6:10b)

viernes, 12 de julio de 2013

La Teoterapia de la salud mental I Parte


1 PARTE

La salud mental y la teoterapia

Me parece pertinente comenzar como introducción al tema, iniciar con una situación difícil, dolorosa que vivió el Señor Jesús para que usted se haga una idea, comience a apreciar, como actúa, como se comporta, como reacciona una persona que goza de la llenura del Espíritu y en consecuencia, de salud mental.

Porque de una vez debemos dejar sentada una premisa, el Espíritu es el que produce la vida, el que produce la salud y el equilibrio.  Luego, una persona que esta llena del amor de Dios, puede cubrir multitud de faltas; solo el amor cubre faltas.

Una persona que esta llena de paz, esta por encima de la aflicción que el mundo da.  Una `persona que esta llena de la gracia de Dios puede sobreponerse al asedio del pecado, porque en un ambiente de pecado, dice la escritura, que “donde abunda el pecado, sobreabundara la gracia”.

Luego, para que vayamos entendiendo, como es que actua la teoterapia, cuando una persona esta llena de Dios, esta llena de amor, “el amor que todo lo puede, todo lo cree, todo lo soporta, que no deja de ser”, por lo tanto puede desarrollar tolerancia al dolor, al sufrimiento, a la frustración, a la soledad, al abandono, porque el amor cubre multitud de faltas, porque el amor no deja de ser.

Porque una persona llena del gozo de Dios, esta fortalecida; su organismo produce endorfinas, sustancias químicas que produce el cuerpo con efectos terapéuticos, sanadores; por eso dice la escritura, “el corazón alegre constituye buen remedio, mas el espíritu triste seca los huesos”.

Cuando una persona experimenta esa paz que no se puede entender, porque es una paz en medio de las dificultades, y la persona esta en una mejor capacidad de enfrentar y superar la adversidad.

Luego, estar llenos de Dios, es estar llenos del Espíritu, del fruto del Espíritu, “amor, gozo, paz, paciencia,…”  esta preparada para enfrentar las dificultades, problemas y desafíos de la vida.  Como dice Santiago, puede “enfrentar las duras pruebas de la vida”.

Puede experimentar “sumo gozo cuando se halle en diversas pruebas”, y eso es salud mental; porque sabe que la prueba desarrolla fe y paciencia; y la paciencia tiene su obra, para que la persona sea perfecta y cabal, sin que le falte cosa alguna”.

Solo una persona llena del fruto del Espíritu, (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza) puede reaccionar en equilibrio, tener total auto regulación, total autodominio o dominio propio, cuando este siendo asediada, hostigada, acuciada por las personas o por las circunstancias de la vida.

Luego, dice en Marcos 14:43-50 “…”

Este episodio nos sirve de una excelente introducción, una escena triste, el arresto del Señor.  Cuando uno lee este pasaje, uno se le viene a la mente, ¿Cómo un discípulo `puede hacer esto? ¿Cómo uno de los doce? ¿Cómo uno de los que compartió con el su intimidad? ¿Cómo uno de sus hombres de confianza? ¿Cómo uno de los que sentaban con el a la mesa? ¿Como uno de sus más cercanos pudo haber hecho esto?  ¿Cómo un hombre justo como el Señor pudo ser tratado así?   Y lo mas interesante, ¿Y como el Señor reacciono ante todo esto?

Es muy doloroso, observar como fue entregado el Señor, como ese discípulo traidor se refirió a el como “maestro, maestro”, y había dado señal, “al que yo besare, ese es, prendedle con seguridad”.  Y el Señor acepto su beso.  “Con un beso entregas a tu maestro”.

Pero, lo que quiero es mostrarle, como el Señor manejo esta situación, conservando la calma, la compostura, sin perturbarse, sin perder el control, sin involucrarse emocionalmente, sin dejarse llevar por cualquier tipo de emoción, llamese, temor, ira, tristeza.

Y la razón, es muy sencilla, en el permanecía la unción de Dios, estaba lleno del Espíritu; había estado muy triste, pero el había manejado esa situación en Getsemaní, el venia de orar, el estaba orando cuando vinieron por el.

El se había fortalecido espiritualmente, por eso no adopto una actitud reactiva, que si la tuvo Simón Pedro; ¿recuerdan? Uno de los que estaban con Jesús, extendió la mano, desenvaino la espada, e hirió al siervo del sumo sacerdote, a quien le corto la oreja.  Afortunadamente, solo lo hirió, porque sino la historia hubiera sido otra.  Entonces, habrían tenido una razón valida para condenar al Señor.

Fue cuando el Señor le dijo: “vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.  ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que el no me daría mas de doce legiones de ángeles? ¿pero como entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?”.

Aquel hombre se llamaba Malco; el Señor le dice a Simón, “Mete tu espada en la vaina”; a esa tentación se refería el Señor, para no dejarse llevar ni arrastrar por la situación.  Ya el Señor le había dicho al Padre, “no como yo quiero sino como tu”.

Luego, tenemos que apreciar, como actúa, como reacciona, como se comporta una persona, en este caso nuestro Señor, ante una situación muy difícil, con salud mental, con equilibrio emocional, con dominio propio, que es lo que produce la llenura de Dios en una persona.   Que es el lo que genera la vida en el Espíritu.

El Señor le había dicho a los discípulos, “Velad y orad, para que no entréis en tentación”; y precisamente, cuando llega la turba por el Señor, porque Judas no llego solo, vino con mucha gente, se presento una turba, con espadas y palos; una compañía de soldados, con linternas, antorchas, con armas, como si el Señor fuera un delincuente, un rufián, un bandido.

El mismo pasaje, en Juan 18:4-9, dice: “Pero Jesús sabiendo todas las cosas que le había de sobrevenir, se adelanto y les dijo: “¿A quien buscáis? Le respondieron: A Jesús Nazareno.  Jesús les dijo: Yo soy.  Y estaba también con ellos, Judas, el que le entregaba”.

 Así actúa una persona con salud mental, Da la cara, no se esconde, asume la situación. “Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron y cayeron a tierra”,  Imagínese, el poder de la unción de Jesús., ¡Que autoridad tenían sus palabras en ese momento!

“Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mi, dejad ir a estos”.  Porque quien tiene salud mental, asume la responsabilidad, no se proyecta, ni culpa a otros, ni involucra a otros.  El sabia tenia que ser así.

Mas que un conocedor del futuro, el era un conocedor de las Escrituras, y las obedecía.  El sabia que debía ser así, porque todo lo que sucede en la vida de un hijo de Dios, de un agente de cambio, es para que se cumplan las Escrituras.

Un hijo de Dios, un siervo de Dios, mas que conocer el futuro, sabe lo que sucederá en el futuro por las escrituras; muchas situaciones nos la va a entender hoy, las va a entender después, a la luz de las escrituras.

Una `persona que esta llena de Dios, del Espíritu de Dios, ante hechos crueles, duros, dolorosos, conserva la calma, no pierde la paz, no se deja arrastrar por la turba, no ser turba con la turba; conserva su visión espiritual, no se deja arrebatar la paz ni el gozo; conserva su confianza en Dios, sabe que su vida esta en manos del Señor.

Todo lo que sucede, sabe que hace parte de un plan perfecto, soberano, superior; no actúa reactivamente, no se defiende siquiera, no hace uso de la fuerza y menos de las  armas; la autoridad no se defiende, sabe que es Dios quien la defiende.  Quien esta en autoridad no se defiende.

Deja constancia, quien es el: Yo soy, y recuerden en el contexto hebreo, que significa “Yo soy”.  Cuando el dice: Yo soy, esta dando a entender quien es el, el Hijo de Dios, Dios en El y con El.  El no esta diciendo: Aquí estoy, sino Yo soy.

Porque Yo soy, es dejar constancia, el Hijo de Dios esta aquí, el Ungido de Dios, y por eso, cuando el dice, el Ungido de Dios esta aquí, caen a tierra.  Muy distinto decir, “heme aquí”, o “aquí estoy”, a decir: “Yo soy”, porque es la identidad de aquel, en quien se manifiesta el Dios de los Cielos.

Un hombre que tiene salud mental es un hombre pacifico, porque los pacíficos, los mansos heredan la tierra; porque un hombre que esta en comunión con Dios, no puede ser hostil, agresivo. 

Por eso, el dice: “Porque vienen así, ¿Cuántas veces estuve en el Templo enseñando? Un hombre que tiene salud mental, tiene su conciencia tranquila, no entra en la paranoia de “¿Qué he hecho yo?”; no desarrolla culpas ficticias ni imaginarias, ni piensa, “¿que pecado oculto tengo?”.

El sabe que esta en paz con Dios, consigo mismo, y con los demás, “no tiene nada de que avergonzarse”; el sabe que ante los ojos de Dios esta aprobado.  Por eso, busca `primero la aprobación de Dios, antes que la de los hombres.  Y sabe que como “obrero no tiene de que avergonzarse, porque usa bien la palabra de verdad”.

Así los demás juzguen, mientan, engañen, porque muchos lo hacen, muchos se inventan mentiras, presentan las cosas o dan informes sesgados, según su parecer, su conveniencia, o su mala intención.

Pero un hijo de Dios, que sabe que esta aprobado ante Dios, no teme lo que pueda hacerle el hombre.  N o podemos reaccionar como Simón, quien no gozaba de salud mental en ese momento.

Y no gozaba de salud mental, porque no había estado orando, por lo tanto, no se había fortalecido espiritualmente, el reacciono desde las emociones, tal vez, de buena fe y en franca lid, pero equivocadamente.  Porque no estaba siendo consecuente ni coherente con la voluntad de Dios y el plan de Dios.

Jesús acepto el plan de Dios, sin asumir actitud ni de victima ni de victimario, y lo hizo con decoro, con linaje, con talante, saco a relucir su estirpe, su casta, su realeza.  Dejo constancia, de quien en era, y porque actuaba de esa manera.

Muchas veces, tendremos que atravesar valles de lagrimas, pero nuestra confianza, es que papa Dios lo convierte en fuente.  No podemos reaccionar como lo haría cualquier hombre y mucho menos un pecador; sino con la estatura de un hijo de Rey.

Que podamos aprender de Jesús cuando dice: “aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas”, que equivale a decir, tendréis salud mental y la fortaleza espiritual para enfrentar con la actitud correcta las diferentes situaciones de la vida.

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