PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN

PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN
"Y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalen, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes". (Daniel 6:10b)

viernes, 12 de julio de 2013

Como conocer la voluntad de Dios Capitulo 2


CAPITULO 2: QUIEN PUEDE CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS

La voluntad de Dios solo Dios la puede revelar a quien el quiere y a quien esta en capacidad de conocerla.  Hemos partido de la premisa, que solo aquel que ha tenido un encuentro personal con Jesucristo, es quien puede conocer la voluntad de Dios.

Solo Dios puede revelar sus sueños y visiones a quien el quiere, no depende del que quiere ni del que corre, depende de Dios, de quien el tiene misericordia.  Luego, Dios revela su voluntad haciendo uso de su soberanía a quien el quiere, pero también a quien esta en capacidad de recibirla, a quien es sensible a su voz, como lo fue Moisés en el desierto, cuando agudizó sus sentidos para escuchar la voz de Dios a través de una zarza que ardía y no se consumía.

Hemos partido de la premisa, que solo aquel que ha tenido un encuentro personal con Jesucristo, aquel que permite que el Espíritu Santo le llene y le controle, es quien esta en condiciones de conocer la voluntad de Dios.

En cierta ocasión, “estando Jesús en la región de Cesárea de Filipo, pregunto a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?  Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros Jeremías o alguno de los profetas.  El les dijo: Y Vosotros, ¿quien decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.  Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo revelo carne ni sangre, sino mi Padre que esta en los cielos.  Y yo también te digo, que tu eres Pedro, y sobre esta roca edificare mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. (Mateo 16:13-18)

Estaban en la región de Cesarea de Filipo, donde había un gran templo al dios pan, al norte de Israel, cerca al monte Hermon, en un lugar llamado Banias que hoy en día tenemos la oportunidad de conocer, cuando vamos a la tierra santa.  Un lugar bellísimo, donde nace el Jordán.  Era un lugar idolátrico y en medio de ese escenario pagano, Jesús cuestiona a sus discípulos.

¿Quien dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Fue la pregunta de Jesús.  ¿Quién soy para ellos?  Y sus discípulos les dieron varias respuestas.  Pero lo que a el realmente le importaba, era saber quien era el para ellos, para sus discípulos.  Y es cuando Simón toma la palabra, y dice: “Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.  Y el Señor le dice: Te felicito Simón, porque eso solo puedes saber y decir, porque mi Padre te lo ha revelado.  El solo lo puede decir que se ha umbilicado con Dios, alguien a quien Dios le esta  hablando no solo al oído sino al corazón.

Eso no lo puede decir cualquiera, eso no lo puede decir cualquiera de labios para afuera. Si  es que en realidad, de la abundancia de su corazón, esta expresando con sus labios, es porque eso se lo ha revelado el Señor que esta en los cielos.  Eso solo puede saber una persona a quien Dios Padre se lo haya revelado.

Esto es uno de los esenciales de la teoterapia, no consiste en que el hombre llega a Dios, eso es lo que el hombre intenta, acercarse a Dios, encontrarle, llegar a el por su propio esfuerzo, sin conseguirlo.  Eso no es la teoterapia, ya que no consiste en que el hombre llega a Dios, sino en que Dios llega al hombre en la persona de Jesucristo. 

Por más que el hombre se esfuerce no esta en su capacidad o naturaleza conocer lo profundo de Dios por su propia cuenta, “¿Descubrirás los secretos de Dios? ¿Llegaras tu a la perfección del Todopoderoso? Es mas alta que los cielos, ¿Qué harás? Es mas profunda que el Seol ¿Cómo la conocerás? Su dimensión es mas extensa que la tierra y mas ancha que el mar”. (Job 11:7-10)

El hombre no puede conocer la mente de Dios, no puede escudriñar lo oculto y lo profundo de Dios; no consiste en que el hombre llega a Dios, sino en que Dios llega al hombre, esa es la quinta esencia.  Si alguien da un testimonio, de las verdades profundas de Dios, no lo esta haciendo porque fue su descubrimiento personal, sino porque Dios Padre le ha revelado por su puro amor y misericordia.

Las verdades profundas de la Biblia, solo Dios Padre las puede revelar, porque “las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros, y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley”. (Deuteronomio 29:29)  Y solo las revela a quien el decide, y a quien esta en capacidad de recibirlas y entenderlas. 

Las verdades profundas de la Biblia solo Dios las puede revelar a quienes están en capacidad de entenderlas.  Solo Dios puede dar a conocer su voluntad a quien este en capacidad de comprenderla. Es decir, a aquellos que habiendo rendido su vida a Cristo, y siendo llenos y controlados por el Espíritu Santo, tienen hambre y sed de Dios, tienen un verdadero anhelo de hacer su voluntad.  Una persona que ha empezado a entender las verdades profundas de la vida espiritual, Dios se encarga de afirmarle en su identidad y en la misión que tiene para el.

Jesús decía a sus discípulos, “muchas cosas tengo que deciros, pero todavía no las podéis entender”; muchas verdades profundas, que el quisiera soltar de una vez, cosas grandes que el nos quisiera entregar de una vez, pero no estamos en capacidad de recibirlas.  Nos sucede como a los discípulos del Señor a quienes les decía: “si les hablo cosas terrenales no entienden, que tal si les hablo las celestiales”.  

Ellos se la pasaban discutiendo sobre trivialidades y frivolidades, estaban tan ocupados en sus tonterías, en sus carnalidades, en sus propios pecados, tan ensimismados, y egocéntricos, que el no podía echar en saco roto las verdades profundas de la biblia, cuando están reservadas para quienes han agudizado sus oídos al silbo apacible de Dios, a quienes están interesados en traer las costumbres del cielo a la tierra; a esos es a quienes se les revela. 

A los que tienen hambre y sede de Dios, a lo quieren hacer su voluntad, los que han empezado a entender las verdades de la realidad espiritual. Así como lo hizo con Simón, el Señor se encargara de reafirmarlos en su identidad y personalidad y en el sentido misional de vida que tiene para el.

Dice el apóstol Pablo en Romanos 12:2: “Y no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.  La voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta.  Es bueno obedecer a Dios, es grato sujetarnos a el y es perfecto andar en sus caminos, no hay nada es mejor que su voluntad. No hay planes que puedan superar. 

Si algo debemos acostumbrarnos es a que Dios desbarate nuestros planes, y si esto sucede, no entre en crisis, y mas vale que se vaya a acostumbrando, porque si usted le ha concedido a Dios el derecho de guiar su vida, si usted le ha colocado su vida en las manos a Dios, si le ha dicho que haga de usted el tipo de persona que el quiere que sea, no una sino muchas veces, el Señor le va a torcer sus planes para enderezarle la vida.

Hay un pasaje que siempre lo tengo presente, está en Jeremías 18: 2-6, el Señor le dice al profeta Jeremías: “levántate y vete a casa del alfarero, y allí te hare oír mis palabras”, ¿en donde es que le hace oír sus palabras? En casa del Alfarero.  ¿A que vamos a la casa del Alfarero? A oír sus palabras, porque “la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios”, y “el justo por la fe vivirá”.

Y dice que al llegar a aquel lugar, “he aquí que el alfarero trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que el hacia se echo a perder en su mano, y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla”.

Entonces vino palabra de Dios al Jeremías y le dijo: “¿No podre yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel?  He aquí como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel”.  ¿Se da cuenta de la enseñanza?  Dios se ha reservado el derecho, de torcer nuestros planes para enderezarnos la vida.

En muchas ocasiones nuestros planes o proyectos se van a romper, lo importante es que cuando esto suceda, usted se encuentre en las manos de Dios, su vida se encuentre en los caminos de Dios, porque el puede de manera inmediata restaurarle, volverle a hacer de nuevo; el es nuestro alfarero, y nosotros somos vasijas de barro en sus manos, y el puede hacerse una vasija nueva y mejor.  Lo importante es que cuando esto suceda, usted este en las manos de Dios.  Porque si no es así, no sabría que puede pasar con su vida.

De lo que usted debe convencerse es que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta, que sus pensamientos son mejores que los nuestros. Y eso no significa que usted adopte una actitud resignada o pasiva, por el contrario, el nos dice: No os conforméis, sino transformaos, ¿por medio de que? De la renovación de vuestro entendimiento. ¿Para que? Para que comprendáis la buena voluntad de Dios que es agradable y perfecta.  La voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta.

Pero, ¿a quien es que se le hace fácil conocer y obedecer la voluntad de Dios, aceptarla y obedecerla? ¿Para quién resulta, buena, agradable y perfecta? Para quien ha renovado su mente; para quien se ha renovado en el espíritu de su mente, para quien ha sometido su entendimiento a la revelación.

El ejemplo por excelencia, de lo que significa someter el entendimiento a la revelación, lo encuentro en la mujer mas maravillosa que haya existido, María, la madre de Jesús.  Relata la Biblia, en el capitulo 1 de Lucas, que “el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la Casa de David y el nombre de la virgen era María”. 

Dice que el ángel luego de saludarla como a una reina,  le anuncio que ella daría a un luz un hijo, el cual seria grande y seria llamado Hijo del Altísimo.  María solo hizo una pregunta: ¿Cómo será esto? Pues no conozco varón.  Porque era una mujer pura.  Que hermoso cuando una mujer conserva su pureza delante de Dios.

El ángel le dijo, que el Espíritu Santo vendría sobre ella, y ese Santo ser que nacería, seria llamado Hijo de Dios…porque no hay nada imposible para Dios.  ¿Y cual fue la respuesta de María?  Hágase conmigo conforme a tu palabra.

¿Era fácil para María obedecer la voluntad de Dios para su vida? Por supuesto que no.  Estaba desposada por José, se arriesgaba, no solo a ser rechazada por su esposo, sino a ser vituperada, vilipendiada, echada de la comunidad, y además lapidada.  Aparentemente su vida se destruiría, sus planes y ella misma podría terminar destrozada. Pero no fue así.  Porque Dios la tenia a ella, para sus planes soberanos y maravillosos.  Ella le creyó a Dios, descansó en su voluntad y sometió su entendimiento a la revelación.

El Señor mismo se encargo del resto.  Déjeme a José por mi cuenta dijo el Señor, en caso que quisiera dejarla secretamente.  Por eso a María, la llamamos bienaventurada todas las generaciones.  Porque Dios hizo cosas poderosas en ella, con ella y a través de ella.  ¿Cuál fue la virtud de María? Que estuvo dispuesta a obedecer. Porque la obediencia es fe en acción.  Porque sujeto su voluntad a la voluntad de Dios; le creyó al especialista de los imposibles, sometió su entendimiento a la revelación. 

El problema que tienen muchos, es que en lugar de someter su entendimiento a la revelación, comienza a racionalizar, a ocasionar que su razón choque con la revelación, su lógica con la fe; comienza a justificar su rebeldía, su incredulidad o su pecado.   Usted esta en su derecho en preguntarle a Dios, ¿Y como será esto? ¿Cómo puede ser posible esto? ¿Cómo no logro esto? Pero no caiga en la racionalización, no permita que su lógica le enceguezca para ver las maravillas de Dios. Recuerde que el especialista de los imposibles.

Fue Dios quien eligió a María para sus planes soberanos, fue el quien le revelo a Simón la identidad de su Hijo, y a través del hijo, le revelo a Simón, que seria Pedro en los planes de Dios, y que sobre esa convicción, construiría su iglesia.  ¿A quienes es a quien Dios revela su voluntad?  A quienes renuevan su mente, a quienes someten su entendimiento a la revelación y están dispuestos a vivir de forma sobrenatural y Revelacional.  A quienes se arriesgan a creerle a Dios, a quienes se matriculan en la escuela de la fe.

Si el Señor quiere torcernos nuestros planes para enderezarnos la vida, ¿Por qué impedir que lo haga? Que cual vasija de barro nos rompemos, no debemos temer, porque estamos en sus manos, y el excelente alfarero, puede hacerse una vasija nueva y mejor.   Es tiempo, que ya no se conforme a este siglo, sino que se transforme, por medio de la renovación de su entendimiento, para que compruebe cual es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.  Que usted le pueda decir al Señor como María: “he aquí, el siervo, o la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra”.

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