PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN

PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN
"Y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalen, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes". (Daniel 6:10b)

jueves, 25 de julio de 2013

Compañerismo Cristiano Capitulo 4


Practicando el amor fraterno Romanos 12:9-21

1.      “El amor sea sin fingimiento”

2.      “Aborreced lo malo, seguid lo bueno”

3.      Amaos los unos a los otros con amor fraternal”

4.      “En cuanto a la honra, prefiriéndoos unos a otros”

5.      “En lo que requiere diligencia, no perezosos”

6.      “fervientes en espíritu”

7.      “Sirviendo al Señor”

8.      “Gozosos en la esperanza”

9.      “Sufridos en la tribulación”

10.  “Constantes en la oración”

11.  “Compartiendo para las necesidades de los santos”

12.  “Practicando la hospitalidad”

13.  “Bendecid a los que os persiguen”

14.  “Bendecid y no maldigáis”

15.  “Gozaos con los que se gozan”

16.  “Llorad con los que lloran”

17.  “Unánimes entre vosotros”

18.  “No altivos, sino asociándoos con los humildes”

19.  “No sean sabios en vuestra propia opinión”

20.  “No paguéis a nadie mal por mal”

21.  “Procurad lo bueno delante de todos los hombres”

22.  “Si es posible… estad en paz con todos los hombres”

23.  “No os venguéis a vosotros mismos”

24.  “Si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber”

25.  “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien, el mal”

Hay un refrán que dice, que “la esposa del Cesar, no solo debe serlo, sino parecerlo”; lo mismo debe ser con los hijos de Dios, no solo debemos serlo, sino parecerlo.  Jesús, el hijo de Dios, no le creían a sus enseñanzas, a pesar de ser una persona intachable.  Decía a los judíos de su época, “sino creen a mis palabras, juzguen según mis obras”.  Por la dureza de su corazón, no les era suficiente, las enseñanzas de Jesús.  Y conste, que el no enseñaba como los escribas, sino como quien tiene autoridad. Jesús hacia maravillar al pueblo con sus enseñanzas. 

Sin embargo, por la dureza del corazón de ellos, esas enseñanzas de las verdades profundas de Dios, no penetraban en su corazón, pero los judíos, andaban buscando ocasión para contradecir, para criticar, por eso no asimilaban la lección.  Y el Señor, conociendo su corazón, les decía: Si mis enseñanzas no son suficiente, juzguen según las obras.

 

Si las gentes del mundo, juzgaran según las obras nuestras, ¿Cuál seria el resultado? Si la fe del mundo, de las gentes del mundo, dependiera de las obras, del comportamiento de los hijos de Dios, ¿Cómo estaría esa fe del mundo? Si la conversión de la gente del mundo, dependiera de nuestro testimonio, ¿Qué esperanza habría para el mundo?  

Si  juzgaran por nuestra obras, ¿Cuál seria la respuesta del mundo? Cuando bien sabemos, que una de las causas, por la cual, muchos no han rendido su corazón a Cristo, ha sido por la mala influencia, el mal testimonio de los cristianos.  No basta con tener fe, la fe debe ir acompañada de obras.  Que las gentes del mundo, al ver nuestras buenas obras crean en el Padre que esta en los cielos.

Uno de las equivocaciones que cometen algunos, es la creencia que el cristianismo es un conjunto de normas morales, sociales, religiosas o éticas, no hay un error más craso que ese, creer que la Biblia es un código de moral.  El cristianismo no es una religión, ni es una filosofía y mucho menos un compendio de normas éticas, morales, religiosas, sociales.  Es literalmente, dejar a la persona de Cristo vivir en nosotros y a través de nuestra vida. 

Religión, viene de Religare, que significa que el alma del creyente esta ligada a la de Dios; en una comunión estrecha, intima, permanente.  Es una relación estrecha, permanente, intima, con Dios en la persona de Jesucristo. 

Ante cualquier circunstancia de la vida, lo que debemos preguntarnos es que ¿haría Jesús en mi lugar?  Y si resulta para nosotros imposible hacer lo mismo, lo que debemos hacer es decirle, “lo imposible para mi, es posible para ti; luego, hazlo tu a través de mi”.  Nosotros somos los ojos, la boca, las manos, los pies de Jesús.  El usa nuestra vida, el nos usa, cual instrumento en sus manos para comunicar su amor sobrenatural al mundo.  Jesús no cuenta con mas.

Hemos leído, en Romanos 12:9-21, 25 guías de comportamiento cristiano, pero no son solo normas o preceptos; son manifestaciones de la presencia de Dios en una persona. Para hacerlo mas practico, he agrupado estas 25 guías en 5 principales:

Amar al prójimo

Allí habla del amor, del amarse unos a otros, el amor fraternal, incluso el amor a los enemigos.  El amor es la credencial que  nos distingue; “en esto conocerán que son mis discípulos (dijo el Señor) al verles como se aman, como aman.  Pero ese amor proviene de Dios.  Y ese amor no puede ser un amor fingido ni ficticio. Las personas se dan cuenta, cuando ese amor es genuino y cuando es fingido; cuando es postizo, cuando es ficticio, cuando es una postura y cuando nace del corazón.  

Las personas perciben, cuando se les ama de veras y cuando es una cortesía, no hacen el pasar.  Hay personas que con sus palabras dicen que aman, pero con sus hechos se contradicen.  Por eso el amor fraternal nace en el corazón de Dios, no es excluyente, ni hace acepción de personas, no permite preferencias, ni favoritismo ni establece diferencias,  A cada uno de le debe dar su honra.

 

Hacer el bien

Tambien lo menciona, hacer el bien, buscar el bien, procurar el bien; vencer con el bien el mal. Todo eso es lo que hace un hijo de Dios.

 

Un hijo de Dios debe procurar el bien, en todo lo que es, hace y tiene.  En el lenguaje. ¿Qué es bendecir? “Bendecid y no maldigáis”; Es el bien decir, en bien hablar.  La teoterapia es un lenguaje mensaje, por allí empieza todo, en la manera como nos expresamos.  Por  definición, persona significa, “capacidad de expresarse”.  Cuando nos expresamos estamos haciendo honor a la mas elevada de las libertades y dignidades humanas, la capacidad de expresarse.  Pero ya no es expresarse desde los instintos o impulsos humanos, sino desde el trato con Dios.

Esto no significa que usted adopte un lenguaje religioso, pero si que sus palabras sean purificadas por el Espíritu Santo, por la santidad de Dios.  Si alguien le maldice, usted no tiene porque responder con otra maldición, o pagarle con la misma moneda.  Usted ahora tiene otra naturaleza.  Ahora tiene naturaleza divina, y debe marcar la diferencia.  Por eso dice, no paguéis a nadie mal por mal; ni tampoco, piense en vengarse por si mismo.  Deje que Dios se encargue, y si alguien ha actuado de manera injusta con usted, Dios se encargara de hacer justicia.  

Que tremendo desafío, cuando nos dice, “Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer, y si tiene sed, dale de beber”; esa es la vida sobrenatural a la que Dios nos ha llamado.  Solo la vida produce vida; quien siembra amor, cosecha amor. ¿Qué significa eso de “ascuas de fuego amontonaras sobre su cabeza”, Lo que se busca es la conversión del otro

Hay una claro desafío a no dejarse vencer por el mal, a dejarse llevar por el impulso o el instinto.  Sino a vencer con el bien el mal.  Pero hay que aborrecer lo malo, y seguir lo bueno.  En esto no pueden haber concesiones especiales.

Estar en paz

Es un mensaje directo, “en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”. Dice Mateo 5:9 “Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios”, Eso nos distingue, nos da identidad, nos p’ermite marcar la diferencia.  ¿Tiene sentido, que los hijos de Dios sean promotores de trifulcas, peleas, discusiones, disensiones?  ¿Acaso no dice la Biblia: “Cuan hermosos son los pies de los que anuncias la paz y las buenas nuevas”?  Jesús dijo: “Mi paz os dejo, mi paz os doy”. 

Nosotros estamos llamados a sembrar la paz en el mundo.  ¿Y si no lo hacemos nosotros, entonces quien? Los de la paz, ah, esos son los de la teoterapia.  A eso estamos llamados a seguir sembrando la paz y uniendo familias.  Pero ¿Cuál paz? La que de el recibimos, porque nadie puede dar de lo que no tiene.  Por eso, con quien primero debe ponerse en paz es con Dios.  Quien esta en paz con Dios, puede disfrutar de la paz de Dios;  y luego llevar esa paz a otros. El Apóstol Pablo, nos exhorta, “en cuanto dependa de vosotros, estad en paz, y con todos los hombres”.  De allí la importancia a renunciar a todo tipo de ira, enojo, deseos de venganza.  Deje lugar solo para la ira de Dios, pero que no haya lugar para la ira suya.

Compartir con otros

Debemos aprender a vivir y a convivir.  Procedemos de una cultura de la competitividad, pero debemos entrar en la dimensión de la compartitividad.  No se trata de competir, sino de compartir, de convivir. Estamos llamados a la unanimidad en el espíritu, ¿Qué significa esto? Que nos gozamos con los que se gozan, y lloramos con los que lloran; estamos llamados a compartir las necesidades.  A sobrellevar las cargas, a mitigar, dividir las tristezas y a multiplicar las alegrías.  Que reine entre nosotros la humildad.  Actuar como uno solo,  a no dividir, seccionar, segmentar, a no permitir que haya divisiones.  ¿Qué es lo que no divide? El orgullo, la soberbia, la altivez., la prepotencia, la autosuficiencia, el ego.  Cada vez que un miembro adopta ese tipo de actitudes o posturas lo que hace es debilitar la unidad de la familia.

Servir a Dios

Somos hijos de un mismo Padre y servimos a un solo Dios.  Por eso, todos debemos estar fervientes en el espíritu, sirviendo al Señor.  No podemos dejarle el trabajo a unos pocos.  El servicio a Dios también implica cumplir una función de servicio con los hombres.  Jesús estableció el principio del servicio como un factor clave en la obra de Dios, “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.  Mas entre vosotros no debe ser así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros, ser vuestro servidor y el que quera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino a ser servido sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”.  (Mateo 20:25-28)

La obra de Dios demanda de tres acciones o ingredientes: Gozo en la esperanza venidera; sufrimiento en las tribulaciones y constancia en la oración.  Estos tres ingredientes van a estar presentes en nuestro servicio a Dios. Que nos mantiene firmes, el gozo de una esperanza futura; tolerancia al sufrimiento, que es la fortaleza que nos Dios para soportar las pruebas; y la constancia en la oración, que es nuestro principal recurso para mantenernos firmes en la fe.

En el servicio a Dios, debemos compartir para las necesidades de los santos y practicar la hospitalidad.  Cuando las personas están siendo tenidas en cuenta, y atendidas en sus necesidades, se fortalece la unidad y el sentido de pertenencia.  Dice en el libro de los Hechos, “alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo, y el Señor añadía cada día a la iglesia a los que habían de ser salvos”.  (Hechos 2:47) 

Esa es la estrategia rectora para el crecimiento de la Iglesia; mantenerse en comunión con Dios y cumpliendo su función de responsabilidad social con el pueblo.   Dice Hebreos 13:15-16 “Así que ofrezcamos siempre a Dios, por medio de el, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer  bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”.

 

 

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