PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN

PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN
"Y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalen, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes". (Daniel 6:10b)

viernes, 12 de julio de 2013

Como conocer la voluntad de Dios Capitulo 3


CAPITULO 3: LAS COSAS SECRETAS SE REVELAN EN EL SECRETO CON DIOS

Hemos dicho que el conocer la voluntad de Dios es el todo del hombre, y que en conseguirlo esta su felicidad.  También hemos afirmado, que Dios es soberano, y el decide a quien dar a conocer su voluntad. Que quien conoce la voluntad de Dios, es alguien que se ha dispuesto para conocerla y obedecerla.

“Que las cosas secretas pertenecen a Dios y que las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para que cumplamos todas las palabras de su ley”.  Como lo cita Deuteronomio 29:29.  A través de la teoterapia el Señor nos muestra la revelación que esta en su palabra. Lo que ha sido escondido a los sabios y entendidos, pero que ha sido revelado a los niños, porque al Padre, así le agradó. (Mateo 11:25)

Es en el secreto con Dios cuando comprendemos lo revelado. Uno de los desatinos mas graves que pueden presentarse, es cuando un líder habla algo, diciendo que es de parte de Dios, cuando es algo que Dios nunca le ha mostrado; visiones que nacen en el corazón de los hombres y no en el corazón de Dios.

En Jeremías 23, esta registrada una de las mas graves denuncias que hace Dios a aquellos que hablan visión  de su propio corazón: “Así ha dicho el Señor: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón y no de la boca de Dios”. (Vers. 16)  Dicen atrevidamente, “Dios ha dicho”; cuando  Dios no ha dicho nada.

“Porque ¿Quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra y la oyó? (Vers. 1)  “Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras”. (Vers. 22)

“Dice el Señor: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha dicho.  He aquí, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas; y yo no los envié ni los mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice el Señor”. (Vers. 31-32)

En la teoterapia entendemos que a través del espíritu nos relacionamos con Dios, a través del alma con otros, y a través del cuerpo con el medio ambiente.  Es a través del espíritu, de nuestra dimensión espiritual que recibimos la visión y la voz de Dios; pero ¿Qué pasa, cuando esa ventana esta cerrada? Entonces, la visión no la recibimos de parte de Dios, sino de parte de otros, porque a través del alma no solo nos comunicamos con otros, sino que recibimos lo que viene de los demás.

El problema de muchos, y es un problema gravísimo, es cuando empiezan a hablar visión de su propio corazón, visión que no han recibido de Dios ni que Dios les ha comunicado, porque ni siquiera han estado en el secreto con Dios; porque si al  menos hubieran estado en el secreto con Dios, el les habría hecho saber su voluntad, y esta es la que hubieran comunicado al pueblo.

Por esa razón, por la escaza búsqueda que se tiene de Dios, de estar en su presencia, es que la palabra de Dios escasea y la visión no es con frecuencia” (I Samuel 3:1)  ¿A quienes habla Dios?  A los que permanecen en su presencia, como lo hizo con el joven Samuel, cuando la palabra de Dios escaseaba y la visión no era con frecuencia.

¿A quienes se les revelan las cosas secretas? A quienes aman estar en la presencia de Dios, a quienes lo buscan en lo secreto.  Como lo dice el Sabio Salomón, refiriéndose a la sabiduría: “Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan” (Proverbios 8:17)

Cuando el apóstol Pablo fue a Corinto, no se propuso hablar entre ellos cosa distinta que de Cristo. Se aseguro que sus palabras y predicación no fueran “con palabras persuasivas de humana sabiduría sino con demostración de Espíritu y de Poder; para que la fe (De los Corintios) no estuviera fundada en la sabiduría de los hombres sino en el Poder de Dios”, (I Corintios 2:4-5)

El apóstol Pablo tenia claro, que la sabiduría de la que el hablaba era sabiduría de Dios y no la de los hombres, la sabiduría de las cosas grandes y ocultas; “la cual Dios predestino desde antes de los siglos para nuestra gloria, las que ninguno de los príncipes de este siglo conoció, porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de la gloria.

Antes bien, como esta escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en el corazón de hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman.  Pero Dios nos la revelo a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu, todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.  Porque, ¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que esta en el? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios.

Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para el son locura y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.  En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero el no es juzgado de nadie. Porque ¿quien conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”. (I Corintios 2:6-16)  De allí la importancia de la vida en el Espíritu.

Que aprendido a lo largo de mis años con Cristo, que hay miles, tal vez millones de cristianos, que viven en derrota espiritual y frustración.  Están llenos de conocimiento, de sabiduría humana, pero no de sabiduría de Dios.  Pablo dijo a los griegos, si quieren sabiduría humana, busquen a los filósofos, yo no vengo a hablarles de filosofía, ni sicología, sino de la sabiduría de Dios.

Hay miles de cristianos que no están en el secreto con Dios, por eso las cosas secretas no les han sido reveladas; porque las cosas secretas pertenecen a Dios y son reveladas a quienes permanecen en su secreto.  A quienes el Espíritu Santo le abre e ilumina el entendimiento.

Pero, ¿Dónde esta el problema? El problema esta en la carnalidad en que viven muchos.  Ya sabemos que el hombre natural no puede percibir las cosas que son del Espíritu, porque para el son locura; pero ¿y los cristianos? Viven sumidos en su carnalidad.  Como le sucedió a Pablo en Corinto, “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales sino como a carnales, como a niños en Cristo.

Os di a beber leche, y no vianda, porque aun no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aun sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas, disensiones, ¿no sois carnales y andáis como hombres? (I Corintios 3:1-3) Dios quiere revelarnos cosas grandes y ocultas por su Espíritu, pero dada nuestra condición espiritual, nuestra realidad de carnalidad, le impedimos a el actuar en nuestra vida, trayendo a nuestro corazón sus cosas secretas.

Y esto se debe a una sencilla razón, miles, millones a aceptado la redención, pero no viven la rendición; es decir, se han apropiado de la obra de Cristo en la Cruz, le han reconocido como su Salvador, reconocen que el dio su vida en rescate por muchos, que pago con su propia sangre nuestra redención.  Pero no viven en la rendición, es decir, bajo el Señorío de Cristo, no le han entregado sus vidas de manera incondicional al Señor.

Y mientras se sigan viviendo de manera egocéntrica, y mientras esto suceda, seguiremos recibiendo leche y no vianda, es decir, lo básico, pero no el alimento solido, que está reservado para aquellos que han alcanzado la madurez.  Para aquellos que han entrado en la dinámica de la vida llena y controlada por el Espíritu Santo, porque solo el nos puede dar a conocer las verdades profundas de Dios.

Dice en el libro de Hebreos, “Acerca de esto tenemos mucho que decir y difícil de explicar, por cuanto os habéis hechos tardos para oír.  Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuales son los primeros rudimentos de las palabras de Dios;

y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche y no de alimento solido.  Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento solido es para los que han alcanzado la madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. (Hebreos 5:11-14)

Por eso dice el Señor Jesús, “Mas tu, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que esta en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensara en publico” (Mateo 6:6)  El secreto de la vida cristiana, esta en el secreto con Dios.  El que ve en lo secreto, le recompensara en público.

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