PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN

PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN
"Y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalen, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes". (Daniel 6:10b)

viernes, 12 de julio de 2013

Como conocer la voluntad de Dios Capitulo 1


DIOS ESTA INTERESADO EN REVELARME SUS PLANES

Cuando una persona tiene un encuentro personal con Jesucristo, una de las primeras cosas que debe aprender, uno de los primeros hábitos que debe adquirir, y de los principios por el cual vivir, es aprender a conocer la voluntad de Dios

Conocer la voluntad de Dios es el todo de la vida del hombre y en conseguirlo esta su felicidad.

Génesis 18:17-19

El mas interesado, el primero en estar interesado en que nosotros conozcamos la voluntad de Dios es Dios mismo.  Por eso dice: No voy a encubrir a Abraham lo que voy a hacer.  Estoy interesado en contarle, comunicarle a Abraham mis planes, mis propósitos superiores.

Dios nos tiene para cosas grandes, cosas inmensas, para “cosas grandes nos ha creado”, “obras que ha preparado de antemano para que andemos por ellas”.

Dios esta interesado que nos guiemos por sus sendas, que nos guiemos por sus caminos, “cosas que ojo no vio, que oído no oyó, que no han subido en corazón de hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman”.  “Cosas grandes y ocultas no conocemos”.

El mas interesado en que conozcamos las maravillas de Dios, es Dios mismo; pero esto es un proceso, como le sucedió a Abraham; Dios tuvo que aplicar todo un proceso teoterapico con el, para que le pudiera entender sus planes.

En El fondo, Abraham se dejó usar por Dios, por eso el Señor dice, ¿Cómo le voy a encubrir mis planes a Abraham, cuando el esta destinado para ser una nación grande? Cuando esta destinado para ser una nación fuerte.

Y créame, Dios no se rinde con nosotros, el no desiste.  Nosotros si, el no. Bendita la hora en que el decidió, que no seriamos nosotros quienes le tomaríamos a el, sino que el, nos tomaría a nosotros.

No somos nosotros quienes le hemos tomado a el, es el quien nos ha tomado a nosotros, y es “su diestra la que nos ha sostenido”. “El Padre es mayor que todos”; el es mayor que todos los problemas, que todas las dificultades, que todos los inconvenientes, que todos los obstáculos, que todos los enemigos, “y nadie nos podrá arrebatar de la mano del Padre”; porque “mayor es el que esta en nosotros, que el que esta en el mundo”.

Por eso se decía, como no contarle a Abraham mis planes, necesito que cuanto antes, se proyecte en grande, necesito que este hombre tenga visión del mundo, que abra su mente a los planes, a los propósitos, a los sueños y visiones.

Que no se quede lamentando por su situación presente, que no se quede mirando su cuerpo envejecido, que no se quede pensando que no ha tenido un hijo quien le herede; que no se quede reparando en la esterilidad de Sarai su mujer, sino que abra su mente.

Necesito, dice el Señor, que tenga visión, por eso tengo que empezar a contarle, a comunicarle, cuales son los planes que tengo para el, además que este es un hombre maravilloso; yo se que en el momento en que le empiece a contar, a contagiar con la visión, en el momento en que lo empiece a enamorar del sueño, a acariciar esa visión, lo primero que va a hacer es comunicarle a su familia, va a hacer todo lo que este a su alcance para involucrar a sus hijos, a su familia en este plan.  Dios tenía esa visión de Abraham.

¿Sabe porque Abraham logro el éxito? ¿Porque se convirtió en factor de bendición para las familias de la tierra? Porque primero fue factor de bendición para su propia familia.  Es lo que dice el Verso 19: “Yo se que mandará…” que ejercerá una autoridad, un liderazgo con los de su propia casa.

Allí empieza todo, “el que no puede gobernar su propia casa, ¿Cómo pretender gobernar en la iglesia de Dios?”; el que no involucra primero a sus hijos y a los de su casa.  Josué lo entendió bien, por eso Josué dijo: “Yo y mi Casa serviremos al señor”.

Si yo logro que los de mi casa se involucren activamente, voy a lograr que otros hagan, casi que es el requisito, casi que es parte de ser fiel en lo poco.

Por eso dice, en el momento en que se enamore, se entusiasme con mis planes, hará que sus hijos y los de su casa también se enamoren. Primero el, porque nadie hará lo que yo primero no haga.

Hay dos reglas de oro en la Biblia, en la teoterapia: Numero 1: “No hagas a otro, lo que no quieres que te hagan a ti”  y Numero 2: “No pidas que otro haga lo que tu no quieres hacer”; nunca espere que alguien haga lo que usted no ha hecho, lo que no esta dispuesto a hacer, no exija a otro lo que no quiera hacer.

“Yo se que mandara a los de su casa y a sus hijos después de si”, como quien dice, el papa va delante, el líder va delante, y los demás le van siguiendo.  “que guarden el camino del Señor”, para que venga la bendición de Dios, para que el Señor cumpla su palabra y su promesa.  Para que el Señor pueda hacer su voluntad.

¿Porque muchas veces las cosas no se dan?  Porque no se están dando los pasos en la secuencia correcta.  Luego, apenas estamos introduciendo, ¿cómo conocer la voluntad de Dios?  Esto no es tan sencillo.

Es el todo del hombre, en conocer y hacer la voluntad de Dios, esta el todo de la vida del hombre y en conseguirlo esta su felicidad.  Dice Jeremías 9:23-24 “Así dijo el Señor…” (10)

Si en algo tiene derecho a estar complacido consigo mismo, no presumido ni vanaglorioso, sino contento consigo mismo, que se felicite a si mismo, es en conocer al Señor.  De allí la importancia que usted conozca la voluntad de Dios.

Porque estamos en crisis, porque aquí no se hace la voluntad de Dios, porque cada uno hace lo que bien le parece, reina la anarquía, la rebeldía.  Por eso en la oración modelo del Señor Jesús a sus discípulos, el Señor nos enseña donde esta el secreto.

Allí en aquella gruta enclavada en el monte de los Olivos, que tenemos la oportunidad de visitar cuando vamos a la Iglesia del Pater Noster en Jerusalén; allí entramos en la gruta, allí abrimos la biblia, y repasamos cuando el Señor dijo a sus discípulos:

“Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad aquí en la tierra como en los cielos…”  Así comienza  el Padre Nuestro, muchos comienzan pidiendo el pan de cada día, haciendo exigencias a Dios, cuando, primero es lo primero. 

Primero es estar dispuestos a conocer y hacer la voluntad de Dios. Venga a nosotros tu reino, comienza reinando en el trono de mi corazón, en el seno de mi familia, comienza reinando en hogar, en mi casa, en mi labor; en mi  ministerio. 

Y entonces, vamos a lograr lo que hizo Abraham, que consiguió que sus hijos y su casa, después de si, se involucraran en los planes de Dios y entonces Dios comenzó a cumplir sus promesas.

Alábese en esto, el que se hubiere de alabar, en entenderme y conocerme.

Jeremías 29:11-13, tienes para nosotros “pensamientos de bien y no de mal”, tiene para nosotros propósitos soberanos, planes sobrenaturales, nos visualiza como águilas, y busca que nos encumbremos a las mas elevadas alturas.

Te vamos a buscar y hallar, porque lo haremos de todo corazón.

 

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