PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN

PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN
"Y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalen, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes". (Daniel 6:10b)

viernes, 12 de julio de 2013

La Teoterapia y el manejo de la ansiedad


La ansiedad se ha vuelto una característica de la vida moderna, aunque es tan antigua como el hombre; ya en el paraíso, los primeros padres comenzaron a sufrir de ansiedad, no que fueran diseñados con  ansiedad, sino que fue una consecuencia de una vida separada de Dios.

Porque el origen de los conflictos se da en ese momento, en que deciden tener una vida separada de Dios.   Ahora bien, ¿porque estamos en ansiosa inquietud?, ¿porque tenemos ansiedad? 

¿Por qué somos ansiosos? Es decir, ya no solo es una característica de la personalidad, o un conflicto, (seria mas preciso decir), Ya no solo tenemos ansiedad, sino que somos ansiosos, porque se ha vuelto un estilo, modo de vida.

Hay situaciones que causas ansiedad, causas pasadas, presentes y futuras; hay causas de ansiedad, hay factores internos y externos; por supuesto, que ya anticipamos, que quien goza de salud mental, maneja la ansiedad.

La ansiedad es un sentimiento de tensión, es una sensación de desasosiego interior, de incomodidad; es algo que se experimenta a nivel emocional y orgánico. Fue, justamente, Jesús de Nazaret, quien dijo, que no vale la pena vivir ansiosos y que la ansiedad nace en la desconfianza.

San Agustín dijo: “nos hiciste para ti, Oh, Dios, y nuestra alma estará en constante desasosiego, hasta que no halle en ti la completa paz”.  Una persona que no cultiva la vida espiritual, difícilmente, podrá manejar la ansiedad.

Porque la ansiedad se deriva precisamente de esto, de quitar el fusible espiritual; si usted se ha dado cuenta, el objetivo de la parte espiritual, es precisamente, blindar al hombre; pero una persona que recibe esas descargas fuertes, vuela todos los fusibles.

Hay personas que hace rato, andan con los fusibles quemados; ¿Cómo es posible que esa persona maneje la ansiedad si tiene los fusibles quemados? No cuenta con un sistema de seguridad personal.  Lo paradójico, es quienes dicen, “soy cristiano y no se manejar la ansiedad”.

I Pedro 5:7, dice: “echando toda vuestra ansiedad sobre el, porque el tiene cuidado de vosotros”.  La Biblia nos da la salida a la ansiedad;  no nos ofrece varias opciones, sino una sola opción, uno solo camino: ¿Tiene ansiedad? Tiene que acercarse a Dios.

Debemos echar en el toda ansiedad, desocupar en el toda crisis, toda sensación de desasosiego interior, de que no se halla, que no sabe que hacer.  Vaciando, volcando, desocupando toda ansiedad sobre el; no sobre otros, ni sobre usted mismo, porque el tiene cuidado y el manejo.

La ansiedad ha tenido variaciones, aunque eso nos introduce en otro tema, el estrés.  Aquel enemigo silencioso que sigue cobrando vidas. Digamos que el estrés, es la ansiedad, llevada a un concepto mas desarrollado.  Se vuelve una definición propia.

En esencia, la ansiedad es una forma de vida llena d afanes y preocupaciones.  La pregunta es, ¿Por qué la gente se afana y se preocupa? ¿Por qué?  Y el maestro de Galilea, nos lo explica en una de sus enseñanzas celebres.   El maestro por excelencia es aquel que enseña a vivir.

En Mateo 6:25-34, dice el Señor: “…”

¿Que es lo que el Señor nos intenta enseñar aquí?

Lo primero es entender, que no se trata de ignorar las necesidades, todos tenemos necesidades reales, el asunto, no es ignorar las necesidades, ni olvidarse de ellas, ni desentenderse de sus responsabilidades, sino evitar afanarse.

Una cosa es atender sus necesidades, y otras es afanarse con sus necesidades.  Una cosa es ocuparse en sus responsabilidades, y otra es, preocuparse con sus responsabilidades.  Lo que debemos evitar es caer en el afán.

El no dice, “no piensen en el futuro”, sino, “dejen de preocuparse por andar pensando en que han de comer, que han de beber, que han de vestir, donde han de vivir, donde van a trabajar”.  Lo que esta diciendo, es no se preocupen, porque con preocuparse no resuelven nada.

Hay dos reglas básicas elementales de vida:

ü  Con preocuparse no se resuelve nada

ü  Todo problema tiene solución, ¿para que preocuparse?

Luego, lo que debemos hacer es evitar caer en el afán y la ansiedad, porque cuando uno vive, encapsulado en el afán, en la ansiedad, en la preocupación, es menos efectivo, y es la expresión de una conducta neurótica.

Cuando se afana, no se resuelve nada y quedamos impedidos se resolver problemas que tenemos por delante. Además que hay necesidades superiores; a veces desatendemos lo importante por lo urgente.

A veces desatendemos lo importante por lo urgente; algunos piensan que lo importante es la comida, la bebida y el vestido; No es así, Dijo Jesús: “no solo de pan vivirá el hombre”; también dijo: “¿No es la vida mas que el alimento, y el cuerpo mas que el vestido?

Hay personas que limitan su capacidad creativa y productiva; hay que aprender a reconocer nuestras debilidades y limitaciones.  Hay situaciones de la vida que no van a cambiar, por mucho que nos afanemos.

Por eso dice allí: “¿y quien de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a la estatura un codo?  Todos tenemos debilidades y limitaciones físicas y emocionales; hay situaciones de la vida que no vamos a poder cambiar, ni modificar, por mucho que nos afanemos; debemos aprender a colaborar incondicionalmente con lo inevitable y con lo inmodificable.

Pablo lo entendió muy bien, por eso dijo: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.  Por tanto, de buena gana me gloriare mas bien en mis debilidades, para que en mi repose el poder de Cristo”.

Tampoco se preocupe por situaciones intrascendentes, la mayoría de las veces le damos demasiada importancia y resonancia a situaciones que en realidad no la tiene, ni son tan graves, comentarios que la gente dice, que no valen la pena ni siquiera escucharlos, le damos trascendencia.

Actitudes, acciones que la gente tiene que no valen la pena prestarle atención, le damos resonancia; errores que hemos cometido, le seguimos dando vueltas, como “corcho en remolino”.  Ya hay que superarlo.

Situaciones del pasado, que debemos olvidar y dejar atrás, pero las seguimos trayendo a memoria y seguimos atados a ellas; situaciones totalmente intrascendentes, como el punto negro en el telón blanco; nos frenan, y lo que debemos es ir adelante y no darle importancia a eso.

Crea que Dios esta de nuestra parte; Jesús nos lleva a entender donde radica la causa principal de la ansiedad, en la falta de confianza, en no contar con una plataforma espiritual, emocional que nos genere seguridad y confianza, y esa plataforma nos la ofrece una vida consistente de fe. 

Si comprendemos la grandeza de Dios y como el actúa en favor de sus hijos, decidimos hacer sociedad con el, descansando en el, y colocando nuestra vida en sus manos; y por supuesto, descargando en el, toda ansiedad, porque el tiene cuidado de nosotros.

Es el quien dice: “Venid a mi, todos los que estáis trabajados y cansados, y yo hare descansar” (Mateo 11:28)  “El da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que ya no tiene ningunas”. Isaías 40:29)
 
 
 
 
Cuando la ansiedad se manifiesta en una persona puede ser paralizante; en nuestro ministerio hemos tenido que asistir a personas que bajo una descarga de ansiedad, literalmente han quedado paralizados, han perdido su fuerza y vigor, y se han desmadejado; ha sido tal el choque (shock) nervioso, que literalmente se han ido al piso; choqueados por la ansiedad.
Porque una persona, que esta abrumada por las dudas, los temores y las preocupaciones, llega un momento en que no puede soportar esa tensión interna, (todo tiene un limite), una persona que su sistema nervioso, respiratorio, sanguíneo, esta marchando a mas revoluciones de lo habitual, que esta fuera de control.
Esta enviando mas información al cerebro del que esta en capacidad de recibir. Bombea más sangre de la que el cuerpo necesita, consume más energía, gasta más azúcar, se deshidrata más; y todo esto, porque el organismo esta soportando mayores tensiones; luego, colapsa, en cualquier momento, tiene que colapsar.
Y como dice un adagio, “la soga se revienta por la parte más delgada”; en aquellas áreas donde presenta menores defensas, o en aquellas áreas donde presenta debilidad; o en aquellos órganos vitales que están más comprometidos, y al mismo tiempo, más expuestos y vulnerables.
Cuando usted sufre un colapso, allí puede presentarse la mayor consecuencia, el mayor problema.  Por eso en Colombia, las siete primeras de las principales causas de muerte, tienen que ver, con problemas respiratorios, cardio vasculares, cerebrales, y problemas derivados de la tensión nerviosa, inclúyase el cáncer.
Las principales causas de muerte en Colombia, ni siquiera es la violencia; la gente muere mas, por problemas respiratorios, cardio vasculares, cerebrales, y todo esto originado por la tensión nerviosa.
Y hay muchos problemas que se han venido cociendo a fuego lento y por muchos años; tal vez el cáncer, la ulcera, enfermedades más complejas y profundas.  Y no se han generado la semana pasada, ni el mes pasado, ni el año anterior, sino que han venido cociendo a fuego lento durante muchos años; Solo que ya hizo “metástasis”, ya eso colapso, reventó.
Porque Hay manifestaciones directas e indirectas de la ansiedad; el problema es que cuando una persona sufre un infarto, ya nunca vuelve a seguir igual, queda reducido por lo menos a la mitad o a dos terceras partes.
Eso hablando de la parte física, porque hay una directa relación entre lo emocional y lo físico, entre el alma y el cuerpo; en el Salmo 88:9, dice “mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción” y eso no es algo simbólico, metafórico, seguramente fue así.  Seguramente, esa persona tenia ese problema en esa área.
Recuerdo, algo que me sucedía, que espero sea un asunto superado, aunque se, que de presentarse, es porque algo esta fallando.  En mi cuerpo, yo he visto manifestaciones de la ansiedad, y uno debe aprender a tener esa lectura de su cuerpo, para identificar que esta pasando algo en el alma.
Cuando estoy sometido a fuertes tensiones, me dan orzuelos, tal como acabamos de leer, “mis ojos se enfermaron a causa de mi aflicción”.  Y eran orzuelos bien complejos, y me daban hasta varios en un mismo ojo; y me podían durar hasta varios días, y hasta meses, y se me estaba volviendo un problema bien complicado.
Cuando estaba sometido a duras cargas de estrés, comenzaba a presentar manifestaciones de soriasis. En la ultima conversación que tuve con el Dr. Néstor, el puso su índice izquierdo, entre mis dos cejas, y me pregunto, ¿Qué es esto?
Yo le dije: Es estrés.  Para que le dije eso.  Porque recibí una amonestación de la cual no quiero acordarme.  “Si tu hablas de la teoterapia, tienes que vivirla”, me decía.  “tu no puedes hablar de algo que no estas viviendo”.
Hay manifestaciones físicas de algo que esta sucediendo internamente; como sucede con las lágrimas, las cuales son una expresión física de ese dolor interno.  Recuerde, que en el organismo esta el sistema nervioso, autónomo, están las glándulas endocrinas.
Esta el sistema nervioso central; hay una relación directa; hay un vínculo entre los físico, lo orgánico, lo fisiológico y lo emocional; por eso es que la ansiedad puede traducirse en dolores de cabeza, cefaleas, migrañas.
Por eso, cuando hay esa aprehensión, eso puede traducirse en calambres abdominales, nauseas, diarreas.  Por eso, más del 80% de las enfermedades y padecimientos humanos, en realidad son alteraciones sico somáticas.
Sico, viene de psiquis, (sique) que significa mente, alma; y soma, significa, cuerpo.  En realidad son disturbios sicológicos que se manifiestan en desordenes fisiológicos; trastornos emocionales que se expresan en trastornos físicos.
Por eso, de nada sirve atacar los síntomas; usted dice, para el dolor de cabeza, me tomo un analgésico, pero con esta acción no esta solucionando el problema de raíz; esta aliviando el dolor, pero no atacando la causa.
Porque ese dolor de cabeza puede ser la expresión de un intenso dolor emocional, de un largo periodo de un padecimiento tortuoso, profundo, de preocupación y angustia interna.  Y por supuesto, eso tiene una larga y diversa estela de síntomas físicos.
Problemas respiratorios, sudor excesivo, pérdida del sueño, del apetito, dolores de cabeza, temblores, vértigos.  Tengo un discípulo que sufre de vértigo, lo curioso, es que su hijo, también esta sufriendo de lo mismo, como se comienza a transmitir, se vuelve un problema genético.
Por eso, la intervención de Dios, y esto no lo podemos manejar con actitud mental positiva, o con dominio propio; claro, que usted tiene que poner al servicio de todo su ser integral, su mente, sus emociones y su voluntad; pero la solución, no esta en la mente o en la voluntad solamente.  Es algo espiritual.
Por eso dice el Salmo 55:22  “echa sobre Jehová tu carga, y el te sustentara.  NO dejara para siempre caído al justo”.  No es que la eche sobre usted o sobre alguien más; es entregue al Señor su carga, libérese de ese estrés, desocúpese de esa tensión.
Haga de la oración una válvula de escape, como las ollas de presión, las amas de casa, esto lo saben mejor.  ¿Qué pasaría si las ollas de presión no tienen esta válvula de escape? Colapsan.  Generan una implosión o una explosión, no sabemos que es peor.
Implosión, cuando usted revienta por dentro, arterias rotas, aneurismas, derrame cerebral, colon comprometido, riñón, hígado, pulmón, corazón; o explosión, con claras manifestaciones de hostilidad, agresividad, irritabilidad, depresión.
Como consejo le daría a usted, como cuando va al medico, y le pido que le de algo, yo le aconsejaría, la siguiente receta fundamental: Salmo 119:28, cuando usted sienta que su alma se deshace por la ansiedad, usted tiene que alimentarse con la palabra.
El remedio para la ansiedad es la Palabra de Dios. Y usted va a la presencia de Dios y le dice, no me levanto de aquí, hasta que tu hables a mi corazón, hasta que tu palabra penetre mi alma y traiga paz a mi corazón.  Hasta que no halle una promesa que signifique paz para su alma.
¿Que su alma se esta deshaciendo en la ansiedad?  Entonces, usted debe hacer dos acciones, un ejercicio en dos partes:
1.       En la oración, va a descargar su alma, va a “echar sobre el su carga para que el le sustente”
2.       En la Palabra de Dios, se va a alimentar, porque si su alma se esta deshaciendo en la ansiedad, “con la palabra de Dios se va a sustentar”
Dice el salmo 19:12 “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos”.  Usted debe comprender, que hay una serie de situaciones que se han presentando en su vida, que usted las va a entender a la luz de la teoterapia.
Que aun toda esa  larga estela de sufrimientos y padecimientos que ha arrastrado a lo largo de su vida, no es otra cosa que la manifestación de toda la crisis que ha tenido, pero que llego el momento de poner punto final a todo eso.
Tal vez se la ha pasado yendo al medico toda la vida, pero es hora de presentarse ante el terapista divino, aquel que no solo trata el cuerpo, o solo el alma; sino el que trata el espíritu, el alma y el cuerpo.  El que da una respuesta integral desde el espíritu, para el alma y el cuerpo.
Que usted haga el ejercicio,  “echar sobre el sus cargas” creyendo que el le va a sustentar, porque el no deja para siempre caído al justo.  Y si siente que su alma se va a deshacer, ahora mismo, se va a aplicar el remedio para el alma, se va alimentar con la palabra de Dios que es verdad; porque la palabra de Dios es espíritu y vida.
 
 
 

 

 

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