PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN

PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN
"Y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalen, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes". (Daniel 6:10b)

domingo, 28 de diciembre de 2014

REGLAS 361 Y 362

Regla # 361
“Mirad, cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.” (1 Juan 3:1)

¿Cómo responder a semejante demostración de amor? Siendo fieles a él. De la manera que los padres esperan de sus hijos amor y gratitud, también Dios, que es nuestro Padre eterno, espera que le seamos fieles; así el mundo cuestione nuestra fe; ellos lo hacen porque no le han conocido a él ni han experimentado su amor; si lo hicieran, su opinión y proceder sería otro. Si recibimos grandes bendiciones por honrar a padre y madre, ¡Cuántas mas bendiciones recibimos por honrar a nuestro Padre que está en los cielos!

Regla # 362
“Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.” (1 Juan 3:9)


Todas las personas somos susceptibles a pecar, entendiendo por pecado, actitudes y acciones contrarias a la voluntad de Dios; pero es justo diferenciar entre tendencia y practica; un  hijo de Dios ser tentado, pero puede vencer la tentación; una cosa es ser atraído por la naturaleza pecaminosa, pero algo muy distinto es alimentarla y dejarse dominar por ella.  Quien ha nacido de nuevo, tiene una nueva naturaleza, que le permite vencer su naturaleza básica, y glorificar a Dios como una evidencia de su nuevo nacimiento.

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