PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN

PREPARANDO EL CORAZON PARA SUBIR A JERUSALEN
"Y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalen, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes". (Daniel 6:10b)

jueves, 25 de julio de 2013

Compañerismo Cristiano Capitulo 7


Relaciones con quienes están en autoridad

El principio de la autoridad es el que sustenta el universo y amerita que le dediquemos una serie completa, aunque en esta oportunidad, no vamos a desarrollar todo lo relacionado con el principio de autoridad, ya que esto hace parte de nuestros cursos de formación; pero si que hagamos referencia a como tratar con quienes están en autoridad, ya que esto es fundamental en la vida.  Aprender a tratar con quienes están en autoridad, nos va a servir para construir sanas y adecuadas relaciones con otros.

Una regla de oro en la conducta social que le resultara muy útil, le ahorrara dificultades o malos entendidos, y le permitirá hacer las cosas, bien, además de manejar correctamente sus relaciones, es siempre a donde vaya, preguntar, ¿Quién es la autoridad en este lugar? Y una vez que lo sepa, ponerse a su disposición.  Pero tenga cuidado de caer en un error que muchos caen, que solo expresan respeto y honra a quien esta en autoridad, pero a los demás no.  Tan importante en ser cortes y amable con quien esta en autoridad, como con todas aquellas personas, que cumplen otras funciones asi sean mas sencillas o de servicio.

De hecho, cada persona tiene autoridad en si misma, y es deber respetar esa autoridad que se le ha otorgado o delegado.  Por ejemplo, el botones de un hotel, la conserje que arregla la habitación, el guarda de seguridad, el administrador o el gerente de un hotel, todos en su función, ejercen autoridad, y por lo tanto, merecen respeto a su persona y al cargo que ejercen.  De hecho en la mayoría de los casos, llevan uniforme que se les sirven de distintivo.  Vemos entonces, que hay dos actitudes que debemos tener en cuenta, el respeto a la persona, y el respeto a la autoridad que la persona representa. 

Dice Romanos 13:1-2 “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.  De modo que quien se opone a la autoridad a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten acarrean condenación para si mismos”.

En este texto hay aspectos en relación a la autoridad que debemos tener en cuenta:

1.      La definición de autoridad

2.      Quien es una autoridad

3.      Quien es autoridad superior

4.      Que es sujeción

5.      Como se establece la autoridad

6.      Cuando uno se opone a la autoridad

7.      Y cual es la consecuencia

Si usted tiene claro estos siete puntos, sabrá lo básico, el ABC en relación al tema de la autoridad, y la va a resultar muy útil, a la hora de tratar con quienes están en autoridad y como relacionarse con ella. Recuerde que la autoridad es un principio establecido por Dios,  y por lo tanto debemos respetarlo.

Comencemos definiendo, ¿que es la autoridad? La autoridad es el poder legitimo que se le confiere a una persona,  a una institución, la cual se ejerce para cumplimiento de una misión.  Para garantizar que las personas estén alineadas con la misión, se establecen normas, leyes, principios o políticas y quien esta en autoridad, vela para que esta se cumplan.

¿Quién es autoridad? Puede ser una persona con unas características específicas, según sea el cargo, o cualquier persona a quien se le ha conferido esta dignidad.  También puede ser una institución; lo importante, es entender, que la autoridad no es la persona en si misma, sino lo que ella representa.  La persona representa la autoridad y debe ejercerla porque se le ha conferido esa dignidad.

La Biblia habla que debemos someternos a las autoridades superiores, ¿Quién es una autoridad superior? Este es un punto que muchos confunden, creen que el rango de superior equivale a superioridad, y no es así.  Se entiende por autoridad superior, aquella que explica los niveles de subordinación.  No solo corresponde a un aspecto de mando o de poder jerárquico, sino a la función de responsabilidad que se le otorga a alguien.

Hablando del poder jerárquico, podemos creer que solo quienes están en eminencia, son los que tiene la autoridad o son las autoridades superiores; de una vez, vamos renovando la mente en esto.  La autoridad no solo la tienen quienes están en eminencia, sino cualquier persona que cumple con una función de servicio, tiene autoridad.  Por eso Jesús dijo, “el quiera ser grande, hágase pequeño, y el mayor entre vosotros sea como el que sirve”.  Esto lo digo, porque hay personas que solo se sujetan a quienes están en eminencia, pero no a los que cumplen una función de servicio.

Recordemos que quien tiene la autoridad también tiene la responsabilidad; es decir, alguien debe velar porque las cosas se den o se cumplan, y en caso que no sea así, también alguien debe responder.  De allí la importancia, que quien este en autoridad tenga esa capacidad de asumir su responsabilidad, de dar respuesta en caso que se le requiera y de responder por los resultados.

¿Qué es sujeción? Viene del verbo sujetar.  Uno sujeta a alguien para que se conserve el vínculo y la relación.  Esta basado en el respeto y en la comprensión de la autoridad.  A la mayoría de la personas no les gusta someterse, porque piensan que lo hacen a la persona, y no es así. Es al principio que la persona representa. Tampoco se trata de actuar obligado o a regañadientes.  A propósito, el principio que se opera en la sujeción a la autoridad es la obediencia, que es el principio rector de la vida cristiana.

¿Cómo se establece la autoridad? Por la vía de la delegación.  En el caso de una autoridad espiritual, esa persona no solo tiene el poder legitimo, sino también la unción de Dios, es decir, Dios respalda y actúa a través de esa persona.  Dios bendice a través de la autoridad delegada.  La autoridad se ejerce sobre la base de unos principios que propenden por la observancia de la ley y del orden; que velan para que las cosas se hagan de acuerdo a lo estipulado o establecido.

¿Cuándo se opone a la autoridad? Cuando se desconoce su función y la importancia de la misma.  Desconocer la autoridad es desconocer a quien la establece, que es Dios mismo.  Como lo dice la Biblia, “y las que hay, por Dios han sido establecidas”.  Aunque algunos resisten a la autoridad.  ¿Cuál es la consecuencia de esto? Crear anarquía. La anarquía solo conduce a un destino, el caos y el desorden.

Algo que debemos entender es que la autoridad debe ejercerse sobre la base de principios.  Quien esta en autoridad debe velar para que los propósitos y los principios se cumplan, sino es así, pierde su legitimidad.  Nadie esta obligado a obedecer a alguien que esta actuando por fuera de los principios establecidos por Dios.

De allí que en la teoterapia decimos que la sumisión es absoluta, pero la obediencia es relativa.  Es decir, siempre debe haber en nosotros una clara disposición a reconocer y honrar la autoridad, pero no estamos obligados a obedecerla en aquello que atenta contra los principios establecidos por Dios en su palabra.

Cuando la biblia se refiere a resistir a la autoridad, es al desacato a los principios por los cuales la autoridad vela que se cumplan.  Por eso, quien resiste a los principios, acarrea condenación para si mismos.  Porque los principios son inviolables y no negociables.

El mas claro ejemplo de obediencia lo encontramos en el Señor Jesucristo.  “El no estimo el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojo así mismo tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humillo así mismo,  haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz”. (Filipenses 2:5-8)

Solo una vez, Jesús dijo: “Aprended de mi”, cuando se refirió a que fuéramos “mansos y humildes de corazón”.  De allí la importancia de hacer lo que dice la Biblia: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad estimando cada uno a los demás, como superiores a el mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino también por lo de los otros” (Filipenses 2:3-4)

Compare estos dos versículos que hemos revisado, “sométase toda persona a las autoridades superiores” en Romanos 13:1  con “estimando cada uno a los demás, como superiores a el mismo” en Filipenses 2:3  A quien no le gusta que le obedezcan, pero será ¿Qué tiene el mismo gusto y placer a la hora de obedecer?  Y no solo a los que están en eminencia, sino a los que están en autoridad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Compañerismo Cristiano Capitulo 6


Relaciones con mis vecinos

Hay una historieta que me gusta contar, primera escena, están los cristianos reunidos, a puerta cerrada y se les ve felices, cantando y aplaudiendo.  Segunda escena, hay un mitin de los vecinos, que han venido con carteles, diciendo: Fuera de los cristianos.  Tercera escena, alguien, haciendo las veces de conciliador, va a hablar con los vecinos, y les dice, ¿Por qué quieren fuera a los cristianos? Si son personas muy amables, serviciales, colaboradoras, honestas.  Cuarta escena: los vecinos dice, precisamente, sabemos que son todo eso, por eso necesitamos que salgan afuera, y no que se la pasen allá encerrados, cuando es acá que los necesitamos.

Jesús dijo a sus discípulos: “vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero y alumbra a todos los que están en casa.  Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que esta en los cielos” (Mateo 5:14-16)  Yo me pregunto, ¿Qué lectura hacen las personas de la comunidad donde vivimos, donde residimos o laboramos de nuestro trabajo, o de nuestra forma de vivir? ¿Estamos siendo respuesta a los vecinos o al vecindario circundante? ¿Qué piensan los vecinos?

Si alguien nos dio ejemplo, de no quedarse encerrado en un lugar, sino de salir y llevar respuesta social a la comunidad, de ser parte de la solución y no del problema, fue el Señor Jesús; por supuesto que hay tiempo para todo; hay tiempo de estar en el aposento alto a puerta cerrada con los discípulos; como tiempo para estar en el monte, o en el templo, en las plazas.  Dice la escritura: “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia en el pueblo”. (Mateo 9:35-36) 

¿Qué respuesta social estamos ofreciendo en el entorno en cual nos movemos?  En el cual residimos o laboramos. Si le preguntamos a nuestros vecinos que piensan de nosotros, como cristianos que somos, y del trabajo que realizamos.  ¿Cuál seria su respuesta?  Un día un vecino me dijo, “ustedes si que hacen fiestas”; esa era la lectura que el hacia de nuestras reuniones.  En el AT encontramos a Elías encerrado en una cueva y el Señor le dice: “¿Qué haces aquí Elías? Ese no era su lugar, en vez de estar “encuevado”, huyendo o evadiendo su responsabilidad, preso del temor, debía era asumir su responsabilidad social  ungiendo reyes y sacerdotes y discipulado.

En la iglesia del primer siglo, los discípulos del Señor, siguieron su ejemplo, “alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47)  ¿Qué es tener favor con el pueblo? No es estar pidiendo favores, porque la gente se cansa, todo tiene un limite, no es buscar a los vecinos para estar pidiendo favores sino para llevar respuesta a su necesidad.

Dice la Biblia, que el Señor añadía a la iglesia; ¿Cuáles son los dos factores claves para la multiplicación? Alabar a Dios y teniendo favor con el pueblo. ¿Qué es tener favor? Es llevar respuesta, y siempre habrá algun tipo de necesidad.  Es ser parte de la solución y no del problema.  Desde tiempos inmemorables, los cristianos han sido parte de la construcción de un nuevo orden social, actuando inspirados en los postulados de Jesús, lo que llamamos en la teoterapia, los postulados de la Revolucion Espiritual; porque la fe debe ser puesta en accion, la oración debe llevarse a la accion.  Porque la fe sin obras es muerta.

El problema en que muchos han caído en la comodidad, en el facilismo, o se han preocupado por meter a las gentes en sus templos o iglesias, pero sin ir a la gente, no van a las  casas, a las empresas, a las escuelas, a los hospitales, a las plazas de mercado.   El método de Jesús era muy diferente, el primero se metía en el ambiente de ellos, para luego meterlos a ellos en el ambiente de el.  Esa época en que se tocaban las campanas y la gente acudia a escuchar el sermón, ya paso.  Ahora, hay que ir a buscar a la gente, entrar en su ambiente. 

Vivimos la época de un evangelio adaptativo, fliexible donde estamos, allí somos una luz encendida, adonde vamos , la presencia de Dios va con nosotros.  Si estamos en una cafetería, podemos decirle a una persona, “tomemos un café, seamos amigos, y déjeme le comparto algo un mensaje que transformará su vida”

Si usted se da cuenta, Jesús siempre estuvo ofreciendo algo, no pidiendo, sino  invitando a encontrar en el una respuesta, el conocía sus necesidades.  “Si alguno tiene sed, venga a mi beba”; “si alguno tiene hambre”; “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”; “Si alguno esta cansado, venga a mi, yo le hare descansar”.  “el qie me sigue no andara en tinieblas”.  Jesús siempre tuvo algo que ofrecer a su comunidad.  ¿Cuál es nuestra oferta social? Regla No 1 en el vecindario: “Mas bienaventurado es dar que recibir”. Que diferente lo que vemos hoy en día, algunos en lugar servir, buscan es servirse de la comunidad, en lugar de granjearse el aprecio, el respeto y la simpatía de sus vecinos, lo que han conseguido es su rechazo y tal vez el menosprecio.

Sin embargo, como hijos de Dios, como fruto de la teoterapia, como personas que experimentamos salud mental, por la acción teoterapica  en nuestras vidas, estamos llamados a tener buenas y efectivas relaciones con nuestros vecinos. Hay un pasaje que me parece importante citar, dada nuestro enfoque a construir redes de amigos, y que se refiere a vivir en comunidad, a ser solidarios, a cooperarse entre vecinos y amigos. “Cada cual ayudo a su vecino, y a su hermano dijo: Esfuérzate.  El carpintero animo al platero, y el que alisaba con martillo al que batía en el yunque, diciendo: Buena esta la soldadura; y lo afirmo con clavos, para que no se moviese” (Isaías 41:6-7)  La ayuda y la motiuvacoin mutua, el reconocimiento, el respaldo.  Cada cual ayudo a su vecino, fue de bendición para el otro, le estimulo al amor y a las buenas obras.  ¿Sera que eso es lo que estamos haciendo?

Como hijos de Dios, tenemos que tener buenas y efectivas relaciones con los vecinos, así sea, y aceptemos esta salvedad, así sea que ellos no hagan parte de nuestra congregación.  Si no van a nuestras iglesias o congregaciones, ¿por eso, no serán nuestros amigos? ¿Sera eso un impedimento para que tengamos con ellos buenas relaciones vecinales?  Si la comunidad no hace parte de la congregación, la congregación si debe hacer parte de la comunidad.  Tenemos un  compromiso cívico cristiano con la comunidad. Siempre hemos dicho, que trabajamos, por ni para, sino con la comunidad. Debemos ser sabios en el trato con nuestros vecinos.

En un bello jardín, hay muchas flores, no todas son iguales, debemos aceptar la diversidad, la diferencia, es aceptar y reconocer al otro como otro.  ice el sabio Salomón, “Detén tu pie de la casa de tu vecino, no sea que hastiado de ti te aborrezca” (Proverbios 25:17)  Maneje bien su cuenta emocional con sus vecinos, asegurse de hacer buenos depósitos, para que cuando deba hacer un retiro, es decir, pedir un favor, tenga un saldo emocional a su favor.  Y no le pase, que ande sobregirado con sus vecinos, o con los amigos, o con los parientes.

Esto tiene múltiples aplicaciones, pero en esencia, el mensaje es uno solo, no ser gravosos, ni abusivos, no molestar de tal manera al vecino, que se hastié de nosotros y llegue a aborrecernos.  Sigue diciendo el sabio Salomón, “No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; ni vayas a la casa de tu hermano en el día de la aflicción.  Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos” (Proverbios 27:10)   Cultive las relaciones, el mas grande patrimonio que tenemos son los amigos; no deje a su amigo, ni al amigo de su padre, ya que muchos son deferentes con nosotros, porque fueron amigos de nuestros padres o de la familia, y por eso nos brindan su aprecio, apoyo y amistad.  Tienen deudas de gratitud. 

No debemos perder o descuidar las relaciones, también debemos ser sabios y prudentes.  Ahora bien, dice el precepto, “mejor es vecino cerca, que hermano lejos”.  ¿Acaso nuestros vecinos no están mas al alcance para darnos una mano o una ayuda cuando lo necesitamos? Incluso, de manera mas rápida, diligente y oportuna.  Muchas veces, son los vecinos los que nos pueden dar la mano, mas que nuestros propios parientes.  Y ni que decir, de aquellas personas, que al no contar o no tener familia, que están solos, solo cuentan con sus vecinos.

Como hijos de Dios, es nuestro deber promover sanas y provechosas relaciones con nuestros vecinos.  Así ellos no quieran ser parte de nuestra congregación, por lo menos asegurarnos que puedan contar con nuestro amistad, servicio y principalmente, con nuestras oraciones.  Una de las bendiciones que da Dios a sus hijos, es poder estar en paz con  sus vecinos. Dice Jeremías 29:7 “Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar y rogad por ella; porque en su paz, vosotros tendréis paz”. Esa es nuestra prioridad, ser mensajeros de paz, y orar continuamente, por el lugar y sus vecinos donde moramos.

Una situación muy común son los problemas vecinales, y no podemos negar que en algunos casos nos va a tocar que lidiar con personas conflictivas, que van intentar hacernos la vida imposible, pero esta es una oportunidad para dar testimonio, no solo de nuestra integridad sino del Dios en quienes hemos creído.  En primer lugar, debemos entender, que la obra es de Dios, no es de los hombres, si fuera de los hombres se desvanecería, pero como es de Dios, la obra va a permanecer.  Y quien intenten hacer daño, se vera luchando con el Dios vivo. 

En segundo lugar, debemos creer a lo que la Biblia dice, “cuando los caminos del hombre son agradables a Dios, aun a sus enemigos hace estar en paz con el” (Proverbios 16:7)  Así que, usted no se preocupe por los ataques que pueda recibir, concéntrese en agradar a Dios, que del resto se encarga el Señor.  Usted en la Biblia, va a encontrar muchos casos de hombres de Dios que supieron manejar las relaciones con sus vecinos hostiles, Abraham, Moisés, Josué, David, Nehemías, y por supuesto Jesús y los discípulos.

Tal vez tenga que tratar con ese tipo de personas que hablan mentiras, chismes, y crea discordia, que uno de las seis cosas que aborrece Dios, “el testigo falso que habla mentiras y el que siembra discordia entre hermanos” (Proverbios 6:19)  En todo caso, usted lo que debe  hacer es dejar esto en manos de Dios y no entrar en un juego belicoso con la persona que tiene esa actitud, porque usted sabe, que al final, la persona va a cosecha lo que ella misma ha sembrado, y usted saldrá airoso de la situación.

Como hijos de Dios tenemos una  maravillosa manera de conocer personas, de ganar amigos, y es compartiéndoles las buenas nuevas. Recuerde que tenemos tres responsabilidades sociales con nuestro entorno como factores de bendición, Primero, orar por sus necesidades; segundo, servir a la comunidad y tercero, compartir las buenas nuevas.  Como dice Pablo: “¿Cómo pues, invocaran a aquel en el cual no han creído? ¿Y como creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y como oirán sin haber quien les predique? ¿Y como predicaran sino fueren enviados? Como esta escrito: ¡Cuan hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Romanos 10:14-15)

Finalmente, recordemos que hay vecinos que son nuestros grandes amigos, y ¿Quién es un amigo? Según la biblia, es aquel que es como un hermano, “en todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en el tiempo de la angustia” (Proverbios 17:17) El ministerio del Espíritu Santo siempre ha contemplado a los vecinos, por eso dice en Hechos 1:8, “pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta en lo ultimo de la tierra”.  En los planes de Dios, siempre se ha considerado llevar su bendición a los vecinos, desde personas, ciudades y países.

 

 

 

Compañerismo Cristiano Capitulo 5


Relaciones con mi familia

Dice el Salmo 133: “Mirad cuan bueno y delicioso es habitar los hermanos juntos y en armonía”

La primera celula debe ser con nuestra familia

En la teoterapia decimos, que la familia es el examen que no podemos perder, y esto es muy cierto.  No podemos ser luz de la calle y oscuridad de la casa. La familia es el primer reto a la hora de construir sanas y provechosas relaciones. No es fácil,  porque también es cierto, que la “cuña que mas aprieta es la del mismo palo”. Pero la familia es un regalo de Dios y debemos hacer todo lo que este a nuestro alcance, para tener excelentes relaciones con los miembros de nuestra familia.

Jesús dijo: “una casa dividida no permanecerá sino que caera”, por eso no podemos permitirlo. Según  la Biblia hay dos principios para que una casa no caiga: Que este fundada en la roca y que este unida.  Si una familia esta bien fundamentada en la roca, que es Cristo, y unida entre si, asi vengan lluvias, ríos, fuertes vientos, y den con ímpetu sobre aquella casa, permanecerá firme.  No asi, cuando se ha edificado sobre la arena, y las relaciones entre los miembros se han roto.  Una familia puede ser pequeña, pero si esta bien unida entre si, soportara cualquier prueba, “cordón de tres dobleces no se rompe fácilmente”.

En el libro de los Hechos se narra un episodio que no podemos pasar por alto, Pablo y Silas habían sido tomados presos; dice que a media noche ellos cantaban himnos, y de repente vino un terremoto y los cimientos de la cárcel se sacudían, y las puertas quedaron abiertas.  Al ver esto el carcelero, que estaba dormido, se iba a quitar la vida, pero Pablo se lo impidió. Este hombre se postro a sus pies y les dijo: ¿Qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo y seras salvo, tu y tu casa. Y esa misma noche, les hablaron la palabra del Señor a el y a todos los que estaban en su casa.  Y se bautizo el con todos los suyos.  Y llevándolos a su casa, les puso al mesa; y se regocijo con toda su casa de haber creido a Dios. (Hechos 16:25-34)

¿Qué es lo primero que debemos procurar en relación a los miembros de nuestra familia? Que ellos conozcan del Señor, que acepten a Jesús en su corazón, que le reconozcan como Señor y Salvador.  Y esta es una labor que nos puede tomar toda la vida.  Pero, y ¿si usted es el instrumento que Dios va a usar para que toda su familia sea salva?  Es una inmensa bendición y un gran regocijo, como el que experimento aquella noche el carcelero con toda su familia, por haber creido en Dios.  Por eso su consigna, debe ser, Yo y Mi casa.  Y nos descansar hasta conseguirlo.

En la iglesia del primero siglo, los discípulos llevan una vida de mucha unidad familiar, dice en el libro de los Hechos: “Y perseveraban en la doctrina de los apostoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hechos 2:22) Y dice mas adelante, “Y perseveraban unánimes cada dia en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón” (Hechos 2:47)  No solo cultivaban su fe en el templo sino en las casas. 

¿En que perseveraban? En cultivar la vida espiritual en comunidad, a través de la doctrina, la comunión unos con otros, el partimiento del pan y las oraciones”, pero no solo esto, también perseveraban unánimes en el templo cada dia y partiendo el pan en las casas con alegría y sencillez de corazón.  No solo es hacer de la iglesia una familia, sino hacer de la familia una iglesia.  Ellos vivian su fe, en el templo y en las casas.

¿Qué es el compañerismo? Es compartir el pan.  Jesús enseño a sus discípulos la importancia de la santa cena, pero no solo debemos tomar la santa cena sino hacerlo dignamente.  Procedemos de una tradición que nos acostumbro a tomar la santa cena cada ocho días en la eucaristía; pero en la teoterapia entendemos, que el pan hay que partirlo todos los días, y compartirlo en casa, con alegría y sencillez de corazón.  No solo es celebrar la santa cena en el templo, sino la cena santa en las casas.`

La prueba acida que mide el clima familiar en una casa se conoce en la mesa; es en la mesa, cuando se sientan a tomar el pan, que se puede conocer la realidad  de esa familia. Son miles de familias, que no se soportan en la mesa. Que no resisten tomar la cena juntos. Dice el manual de vida, “mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones” (Proverbios 17:1)  Muy sabio lo que dice Salomon.  ¿De que sirve, tener la nevera llena de comida, o tener la comida servida a la mesa, sino los comensales no se pueden ni ver?

En mi distrito, invitamos a la gente a que conozca como disfrutar de un delicioso banquete en familia, pero no solo es aprender a prepararlo, sino a asegurarse que no falten los ingredientes fundamentales que están en Galatas 5:22-23, “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley”.  Dice Salomon, “Todos los días del afligido son difíciles; mas el de corazón contento tiene un banquete continuo” (Proverbios 15:15)  Hay personas que pueden tener la mesa servida, pero ni siquiera les provoca sentarse a tomar los alimentos, porque están llenos de amargura, de rencor, de enojo, de aflicción.

Sigue diciendo Salomon, “mejor es comida de legumbres donde hay amor, que buen engordado donde hay odio” (Proverbios 15:17)  ¿de que sirve tener un suculento banquete si en lugar de amor, hay odio? ¿Sera que se disfruta esa cena? ¿será que alimenta esa comida? Recordemos, que “no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Muchos participan de la santa cena en el templo, pero no practican una cena santa en sus casas.

No hay una bendición mayor, que sentarse en familia a dar gracias y disfruitar de los alimentos, que es la provision de Dios y el fruto del trabajo, como dice el salmista, “Bienaventurado todo aquel que teme a Dios, que anda en sus caminos.  Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado seras, y te ira bien.  Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí, que asi será bendecido el hombre que teme a Jehova” (Salmo 128:1-4)

 

 

 

Compañerismo Cristiano Capitulo 4


Practicando el amor fraterno Romanos 12:9-21

1.      “El amor sea sin fingimiento”

2.      “Aborreced lo malo, seguid lo bueno”

3.      Amaos los unos a los otros con amor fraternal”

4.      “En cuanto a la honra, prefiriéndoos unos a otros”

5.      “En lo que requiere diligencia, no perezosos”

6.      “fervientes en espíritu”

7.      “Sirviendo al Señor”

8.      “Gozosos en la esperanza”

9.      “Sufridos en la tribulación”

10.  “Constantes en la oración”

11.  “Compartiendo para las necesidades de los santos”

12.  “Practicando la hospitalidad”

13.  “Bendecid a los que os persiguen”

14.  “Bendecid y no maldigáis”

15.  “Gozaos con los que se gozan”

16.  “Llorad con los que lloran”

17.  “Unánimes entre vosotros”

18.  “No altivos, sino asociándoos con los humildes”

19.  “No sean sabios en vuestra propia opinión”

20.  “No paguéis a nadie mal por mal”

21.  “Procurad lo bueno delante de todos los hombres”

22.  “Si es posible… estad en paz con todos los hombres”

23.  “No os venguéis a vosotros mismos”

24.  “Si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber”

25.  “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien, el mal”

Hay un refrán que dice, que “la esposa del Cesar, no solo debe serlo, sino parecerlo”; lo mismo debe ser con los hijos de Dios, no solo debemos serlo, sino parecerlo.  Jesús, el hijo de Dios, no le creían a sus enseñanzas, a pesar de ser una persona intachable.  Decía a los judíos de su época, “sino creen a mis palabras, juzguen según mis obras”.  Por la dureza de su corazón, no les era suficiente, las enseñanzas de Jesús.  Y conste, que el no enseñaba como los escribas, sino como quien tiene autoridad. Jesús hacia maravillar al pueblo con sus enseñanzas. 

Sin embargo, por la dureza del corazón de ellos, esas enseñanzas de las verdades profundas de Dios, no penetraban en su corazón, pero los judíos, andaban buscando ocasión para contradecir, para criticar, por eso no asimilaban la lección.  Y el Señor, conociendo su corazón, les decía: Si mis enseñanzas no son suficiente, juzguen según las obras.

 

Si las gentes del mundo, juzgaran según las obras nuestras, ¿Cuál seria el resultado? Si la fe del mundo, de las gentes del mundo, dependiera de las obras, del comportamiento de los hijos de Dios, ¿Cómo estaría esa fe del mundo? Si la conversión de la gente del mundo, dependiera de nuestro testimonio, ¿Qué esperanza habría para el mundo?  

Si  juzgaran por nuestra obras, ¿Cuál seria la respuesta del mundo? Cuando bien sabemos, que una de las causas, por la cual, muchos no han rendido su corazón a Cristo, ha sido por la mala influencia, el mal testimonio de los cristianos.  No basta con tener fe, la fe debe ir acompañada de obras.  Que las gentes del mundo, al ver nuestras buenas obras crean en el Padre que esta en los cielos.

Uno de las equivocaciones que cometen algunos, es la creencia que el cristianismo es un conjunto de normas morales, sociales, religiosas o éticas, no hay un error más craso que ese, creer que la Biblia es un código de moral.  El cristianismo no es una religión, ni es una filosofía y mucho menos un compendio de normas éticas, morales, religiosas, sociales.  Es literalmente, dejar a la persona de Cristo vivir en nosotros y a través de nuestra vida. 

Religión, viene de Religare, que significa que el alma del creyente esta ligada a la de Dios; en una comunión estrecha, intima, permanente.  Es una relación estrecha, permanente, intima, con Dios en la persona de Jesucristo. 

Ante cualquier circunstancia de la vida, lo que debemos preguntarnos es que ¿haría Jesús en mi lugar?  Y si resulta para nosotros imposible hacer lo mismo, lo que debemos hacer es decirle, “lo imposible para mi, es posible para ti; luego, hazlo tu a través de mi”.  Nosotros somos los ojos, la boca, las manos, los pies de Jesús.  El usa nuestra vida, el nos usa, cual instrumento en sus manos para comunicar su amor sobrenatural al mundo.  Jesús no cuenta con mas.

Hemos leído, en Romanos 12:9-21, 25 guías de comportamiento cristiano, pero no son solo normas o preceptos; son manifestaciones de la presencia de Dios en una persona. Para hacerlo mas practico, he agrupado estas 25 guías en 5 principales:

Amar al prójimo

Allí habla del amor, del amarse unos a otros, el amor fraternal, incluso el amor a los enemigos.  El amor es la credencial que  nos distingue; “en esto conocerán que son mis discípulos (dijo el Señor) al verles como se aman, como aman.  Pero ese amor proviene de Dios.  Y ese amor no puede ser un amor fingido ni ficticio. Las personas se dan cuenta, cuando ese amor es genuino y cuando es fingido; cuando es postizo, cuando es ficticio, cuando es una postura y cuando nace del corazón.  

Las personas perciben, cuando se les ama de veras y cuando es una cortesía, no hacen el pasar.  Hay personas que con sus palabras dicen que aman, pero con sus hechos se contradicen.  Por eso el amor fraternal nace en el corazón de Dios, no es excluyente, ni hace acepción de personas, no permite preferencias, ni favoritismo ni establece diferencias,  A cada uno de le debe dar su honra.

 

Hacer el bien

Tambien lo menciona, hacer el bien, buscar el bien, procurar el bien; vencer con el bien el mal. Todo eso es lo que hace un hijo de Dios.

 

Un hijo de Dios debe procurar el bien, en todo lo que es, hace y tiene.  En el lenguaje. ¿Qué es bendecir? “Bendecid y no maldigáis”; Es el bien decir, en bien hablar.  La teoterapia es un lenguaje mensaje, por allí empieza todo, en la manera como nos expresamos.  Por  definición, persona significa, “capacidad de expresarse”.  Cuando nos expresamos estamos haciendo honor a la mas elevada de las libertades y dignidades humanas, la capacidad de expresarse.  Pero ya no es expresarse desde los instintos o impulsos humanos, sino desde el trato con Dios.

Esto no significa que usted adopte un lenguaje religioso, pero si que sus palabras sean purificadas por el Espíritu Santo, por la santidad de Dios.  Si alguien le maldice, usted no tiene porque responder con otra maldición, o pagarle con la misma moneda.  Usted ahora tiene otra naturaleza.  Ahora tiene naturaleza divina, y debe marcar la diferencia.  Por eso dice, no paguéis a nadie mal por mal; ni tampoco, piense en vengarse por si mismo.  Deje que Dios se encargue, y si alguien ha actuado de manera injusta con usted, Dios se encargara de hacer justicia.  

Que tremendo desafío, cuando nos dice, “Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer, y si tiene sed, dale de beber”; esa es la vida sobrenatural a la que Dios nos ha llamado.  Solo la vida produce vida; quien siembra amor, cosecha amor. ¿Qué significa eso de “ascuas de fuego amontonaras sobre su cabeza”, Lo que se busca es la conversión del otro

Hay una claro desafío a no dejarse vencer por el mal, a dejarse llevar por el impulso o el instinto.  Sino a vencer con el bien el mal.  Pero hay que aborrecer lo malo, y seguir lo bueno.  En esto no pueden haber concesiones especiales.

Estar en paz

Es un mensaje directo, “en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”. Dice Mateo 5:9 “Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios”, Eso nos distingue, nos da identidad, nos p’ermite marcar la diferencia.  ¿Tiene sentido, que los hijos de Dios sean promotores de trifulcas, peleas, discusiones, disensiones?  ¿Acaso no dice la Biblia: “Cuan hermosos son los pies de los que anuncias la paz y las buenas nuevas”?  Jesús dijo: “Mi paz os dejo, mi paz os doy”. 

Nosotros estamos llamados a sembrar la paz en el mundo.  ¿Y si no lo hacemos nosotros, entonces quien? Los de la paz, ah, esos son los de la teoterapia.  A eso estamos llamados a seguir sembrando la paz y uniendo familias.  Pero ¿Cuál paz? La que de el recibimos, porque nadie puede dar de lo que no tiene.  Por eso, con quien primero debe ponerse en paz es con Dios.  Quien esta en paz con Dios, puede disfrutar de la paz de Dios;  y luego llevar esa paz a otros. El Apóstol Pablo, nos exhorta, “en cuanto dependa de vosotros, estad en paz, y con todos los hombres”.  De allí la importancia a renunciar a todo tipo de ira, enojo, deseos de venganza.  Deje lugar solo para la ira de Dios, pero que no haya lugar para la ira suya.

Compartir con otros

Debemos aprender a vivir y a convivir.  Procedemos de una cultura de la competitividad, pero debemos entrar en la dimensión de la compartitividad.  No se trata de competir, sino de compartir, de convivir. Estamos llamados a la unanimidad en el espíritu, ¿Qué significa esto? Que nos gozamos con los que se gozan, y lloramos con los que lloran; estamos llamados a compartir las necesidades.  A sobrellevar las cargas, a mitigar, dividir las tristezas y a multiplicar las alegrías.  Que reine entre nosotros la humildad.  Actuar como uno solo,  a no dividir, seccionar, segmentar, a no permitir que haya divisiones.  ¿Qué es lo que no divide? El orgullo, la soberbia, la altivez., la prepotencia, la autosuficiencia, el ego.  Cada vez que un miembro adopta ese tipo de actitudes o posturas lo que hace es debilitar la unidad de la familia.

Servir a Dios

Somos hijos de un mismo Padre y servimos a un solo Dios.  Por eso, todos debemos estar fervientes en el espíritu, sirviendo al Señor.  No podemos dejarle el trabajo a unos pocos.  El servicio a Dios también implica cumplir una función de servicio con los hombres.  Jesús estableció el principio del servicio como un factor clave en la obra de Dios, “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.  Mas entre vosotros no debe ser así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros, ser vuestro servidor y el que quera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino a ser servido sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”.  (Mateo 20:25-28)

La obra de Dios demanda de tres acciones o ingredientes: Gozo en la esperanza venidera; sufrimiento en las tribulaciones y constancia en la oración.  Estos tres ingredientes van a estar presentes en nuestro servicio a Dios. Que nos mantiene firmes, el gozo de una esperanza futura; tolerancia al sufrimiento, que es la fortaleza que nos Dios para soportar las pruebas; y la constancia en la oración, que es nuestro principal recurso para mantenernos firmes en la fe.

En el servicio a Dios, debemos compartir para las necesidades de los santos y practicar la hospitalidad.  Cuando las personas están siendo tenidas en cuenta, y atendidas en sus necesidades, se fortalece la unidad y el sentido de pertenencia.  Dice en el libro de los Hechos, “alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo, y el Señor añadía cada día a la iglesia a los que habían de ser salvos”.  (Hechos 2:47) 

Esa es la estrategia rectora para el crecimiento de la Iglesia; mantenerse en comunión con Dios y cumpliendo su función de responsabilidad social con el pueblo.   Dice Hebreos 13:15-16 “Así que ofrezcamos siempre a Dios, por medio de el, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer  bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”.

 

 

Compañerismo Cristiano Capitulo 3


La teoterapia es salud y equilibrio, y su propósito es la salud integral en el individuo; como dice 3 Juan 2 “Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prosperad tu alma”.  Cuando una persona es sana es su espíritu, en su alma y en su cuerpo, esta en capacidad de construir relaciones sanas con otros.   De allí el principio elemental, de no pretender que una fuente de agua amarga produzca agua dulce.  Solo una  fuente de agua dulce ofrece agua dulce; solo el amor produce amor y solo la vida produce vida.

 

En incontables momentos le escuche al Dr. Chamorro Citar al poeta Payanes, Antonio Muñoz, “No son los muertos los que en dulce calma disfrutan de la tumba fría; muertos son los que tienen muerta el alma y aun viven todavía”.  ¿Sabe cual es la tragedia de la muerte?  No que morimos, es lo que se nos muere dentro, mientras seguimos vivos; dejamos morir sueños, anhelos, ilusiones, pero cual es la muerte mas dolorosa, cuando se mueren las relaciones con los seres que amamos.

 

A través de la Teoterapia, el trato de Dios al hombre, aprendemos a tratar con Dios ty con los hombres; aprendemos a relacionarnos con otros; una persona que tenga dificultades para tratar con los demás, es porque le esta haciendo falta mucha teoterapia. Pero que es nadie puede dar de lo que no tiene.  Hay personas que les cuesta hasta saludar, y ¿porque les cuenta tanto? Porque saludar es “dar salud”, y ellos están enfermos, tienen el alma enferma.

 

Dios diseño al hombre para vivir en sociedad, fue Dios quien dijo, “no es bueno, no es sano que el hombre este solo”, pero la soledad se ha convertido en el flagelo social de nuestro tiempo; como nunca antes en la historia de la humanidad, hay tantas personas que sufren el síndrome de la soledad.  Se dice que el estrés fue el fenómeno sicosocial del siglo XX, y que la soledad es el fenómeno sicosocial del siglo XXI. Como nunca antes, las personas viven sola, solitarias, aislados emocionalmente de otros, comenzando por su seres queridos.

 

Los enfermos buscan a sus similares, por eso las relaciones que se construyen hoy en día, no son relaciones basadas en principios y valores, sino en complejos y conflictos;  los iguales se buscan,  Luego, no se trata de construir relaciones que alimenten los conflictos, sino que sean relaciones sanas, provechosas, productivas.  Que no sean un círculo vicioso sino que sean un círculo virtuoso.  Cuando queremos ayudar a alguien a salir de su crisis, lo primero que debemos procurar es sacar a la persona de su circulo vicioso e involucrarlo en un circulo virtuoso, un ambiente social saludable.

 

Si una persona no se la lleva bien con los demás, si tiene conflictos no con una sino con varias personas, si los demás le evitan; el problema no es de los otros, el problema es de la persona; ella se ha convertido en el común denominador del conflicto.  La teoterapia nos lleva a cambiar nuestra actitud frente a las personas y a las circunstancias; nos capacita para tratar con otros, para establecer nuevas y sanas relaciones con los demás, comenzando con la personas que hacen parte de nuestra familia, o de nuestro círculo social mas inmediato.  Mas adelante, les hablare, sobre a quienes consideraba Jesús, su verdadera familia.  Ya llegaremos a ese punto.

 

Citando el Talmud, “no vemos las cosas tal como son, sino tal como somos”. En cierta ocasión un hombre se iba a establecer en un pueblo, y pregunto a un anciano que estaba a la entrada al pueblo, “¿como es la gente que vive acá?”  El anciano le respondió, ¿Qué gente quisiera encontrar? El hombre le dijo, No quiero gente iracunda, enojadiza, hostil.  Esa gente encontrara acá.  Al día siguiente, otro hombre que también pensaba establecerse, hizo al anciano al misma pregunta, ¿Cómo es la gente que vive acá? Y el anciano, volvió a hacer la misma pregunta.  ¿Qué gente espera encontrar acá? Busco amigos, personas amables, corteses, colaboradores.  Esas personas encontraran acá.  Alguien que había escuchado ambas conversaciones, pregunto al anciano; ¿Por qué a uno le había dicho, que hallaría personas iracundas, enojadizas, hostiles; y al otro, amables, corteses, colaboradoras?  El anciano le dijo: Vemos a las personas no como son, sino como somos.

 

Una de las virtudes de Jesús que causan gran admiración, era su inmensa capacidad asertiva, es decir, su capacidad de disolver conflictos, y para llevársela bien con los demás. Fue ejemplar la manera como trato con sus  discípulos; recordemos que ellos eran hombres toscos, temperamentales, emocionales, incrédulos, duros de corazón; pero el no se quedo viéndolos humanamente, sino que los vio con los ojos con que Dios nos ve, por eso, pudo tener paciencia y tolerancia con ellos, por eso pudo soportarlos, amarlos, y ayudarlos a desempolvar sus valores. 

 

Lo que le quiero decir, es la primera regla de oro, No espere que la gente cambie, el primero que tiene que cambiar es usted.  Pero es cambio, es el resultado de la teoterapia, del trato de Dios a su vida.  Hay personas que se la han pasado toda la vida intentando cambiar a los demás y no han conseguido ningún resultado. Porque nadie cambia a nadie, cada persona cambia el día que decida cambiar; el día que decida que Dios le cambie en su corazón.  A la única persona a la que usted si puede cambiar, es a usted mismo, pero si cambia el individuo, el mundo cambiara.

 

En alguna ocasión, unos jóvenes traviesos, le untaron a uno de sus compañeros mientras dormía, de una crema que tenia un olor nauseabundo.  Cuando despertó, dijo. Que huele tan feo, y se fue por la casa, diciendo, la sala apesta, la cocina apesta, el baño apesta, el jardín apesta.  En realidad, la casa estaba bien, el que apestaba era el, porque tenia un ungüento en su nariz que le hacia creer que todo lo demás estaba mal, cuando el único que estaba mal era el.  Y así suele sucede, percibimos a las personas a través del cristal que hay en nuestra alma.  Vemos la vida a través de ese cristal, y dependiendo como este el cristal, así percibimos a los demás.

 

Una de las bendiciones de hacer parte de un círculo virtuoso, de una ambiente sano, propicio al desarrollo humano, es que nos alienta, nos ayuda a ser mejores personas, como lo dice el manual, “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras”.  Ese es el efecto positivo que produce un ambiente sana, y unas relaciones saludables, impulsa a la persona al cambio, al mejoramiento integral, no lo estanca, ni lo ata, ni lo confina al fracaso.

 

Por eso usted debe ser selectivo, no excluyente, pero si selectivo, en que tipo de relaciones elige; como decían los abuelos: “dime con quien andas, y te dire quien eres”; “el que entre lobos anda, a aullar aprender”, y “el que anda entre la miel, algo se le pega”. En este sentido, la sabiduría popular es muy diciente. Yo le invito a que usted revise sus relaciones, a que piense, ¿Qué tanto, esas amistades están contribuyendo a su salud? O por el contrario, le están hundiendo en sus conflictos y frustraciones.

 

Muchos temen hacerse cristianos, porque se imaginan que su vida se va a tornar aburrida, creen que la oración y la biblia es solo para viejitas; pero no es así, si alguien nos hace sumamente felices, es Dios.  Y nada mejor que conocerle, cuanto antes mejor. Por eso el sabio Salomón invita a los jóvenes, “acuérdate de tu creador en los días de tu juventud”.  Cuando yo conocí de Cristo, era muy joven, y temía caer en una rutina o abandonar aquello en lo que yo me divertía.  Sin embargo, entendí a través de la Biblia, que la fiesta no terminaba para mi, sino que ahora iba a estar de fiesta pero con Jesús, y en su Palabra el Señor me decía: “Así, que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura de sinceridad y de verdad” (1 Corintios 5: 8)

 

Yo entendí, que para ser feliz y para pasarla bien no hay necesidad de acudir al alcohol, y mucho menos a las drogas, ni llevar una vida sexual desordenada, que para divertirse no hay que seguir los parámetros del mundo, sino que Dios me ofrece una vida con sentido y felicidad, en la que puedo suplir necesidades, y librarme de los paliativos sicológicos, y de los escapismos en los que yo estaba acostumbrado.  Si es posible pasarla bien  y mucho mejor, pero esta vez, en un ambiente de salud, y construyendo relaciones sanas con otros.